Anel Báez y Erandy Gutiérrez, dos mexicanas de 16 años, eran inseparables. Iban juntas al colegio y lo compartían todo. Pero esa amistad terminó de manera trágica: molesta porque Anel había publicado unas fotos íntimas de ellas en Facebook, Erandy la mató de 65 puñaladas por la espalda.
Ayer, casi un año y medio después del brutal crimen, la justicia mexicana le ratificó la condena a siete años de prisión, la más alta para un menor de edad en ese país.
Las adolescentes iban juntas al secundario de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Eran grandes amigas y solían -como miles de chicas y chicos- expresarse su afecto a través de las redes sociales. “Te amo, no sabés qué feliz que me hace que vos seas mi amiga. Sos más que eso: sos mi hermana”, le escribió Anel a Erandy en Facebook.
Fue precisamente una foto publicada en esta red social la que desató el trágico final. En diciembre de 2013, Anel subió una foto con su amiga en las que se las podía ver abrazadas, sonrientes y semidesnudas. Lo hizo sin el consentimiento de Erandy, quien no lo tomó nada bien.
A partir de ese momento, la relación entre las chicas se quebró. Erandy comenzó a descargar su bronca en Twitter, donde publicaba violentas amenazas sin destinatario.
“Voy a sepultarte antes de que pase este año”, tuiteó en febrero de 2014. Pero ese no fue el único mensaje intrigante. “Pueda que parezca muy calmada, pero en mi cabeza, te he matado al menos tres veces”, publicó días después en la misma red social.
El 19 de marzo del año pasado, Erandy llamó a su amiga. Le dijo que quería verla para hablar de aquella foto publicada en Facebook que la había molestado tanto. Anel aceptó y la invitó a su casa.
Erandy llevó helado. Charlaron hasta que Erandy salió del cuarto para ir al baño. Al salir, pasó por la cocina, tomó un cuchillo y sorprendió a su amiga acostada en la cama viendo televisión: la apuñaló 65 veces en la espalda y escapó.
Erandy Gutiérrez fue detenida durante al funeral de su amiga, al que fue acompañada por su madre. Fue recluida en el Centro de Internamiento para Adolescentes de la ciudad de Culiacán y la condenaron a siete años de cárcel. Pero la familia de la agresora apeló la sentencia y ayer la justicia mexicana ratificó la pena.