El condenado es Walter Talquenca, un ex policía de la localidad de Naschel.
Un ex policía fue condenado ayer a prisión perpetua por asesinar a dos personas y herir a otras 17 cuando entró a los tiros a un boliche de Naschel, San Luis, en marzo de 2014.
La Cámara Penal de la 3ra Circunscripción de Concarán condenó al ex inspector Walter Talquenca (41) a la pena de prisión perpetua, por los delitos de “homicidio doblemente calificado por alevosía y el uso de arma de fuego” en dos oportunidades y 17 en grado de tentativa.
El fallo unánime se dio a conocer en el Salón Auditorium de la Municipalidad de Concarán, ante unas 70 personas.El 15 de marzo de 2014, Talquenca (por entonces policía en actividad) estaba de franco. Por eso, salió con su esposa a bailar al boliche “Natacha” de la localidad de Naschel, ubicada a 117 kilómetros de la capital de San Luis.
Cerca de las 3 de la madrugada, Talquenca y su mujer se fueron de la disco. Pero poco tiempo después, el inspector regresó al boliche y comenzó a disparar contra la gente que se encontraba en el lugar.
En ese momento, el boliche estaba repleto de jóvenes que se apretujaron contra las puertas para escapar de los disparos. No todos lo consiguieron: en el ataque murieron el comisario Julio Marcelo Barrio (43), jefe de la seccional de Naschel, y Fernando Brizuela (37) un camionero que estaba de paso por el pueblo.
Además, otras 17 personas fueron alcanzadas por las balas de la pistola 9 milímetros (reglamentaria) de Talenca. Una de las jóvenes heridas, por entonces de 18 años, recibió un tiro que le destrozó la médula y quedó paralítica.
Tras los disparos el inspector intentó escapar, pero fue perseguido por otros policías y detenido en la misma comisaría del pueblo. Ya ante la Justicia, Talquenca declaró que no recordaba nada de lo que pasó esa madrugada.
Dijo que sólo recordaba que había cenado con su mujer y sus hijos en el club de Naschel y que, luego de llevar a los chicos a su casa, fue con su esposa a un pub y después al boliche Natacha. Su siguiente recuerdo, aseguró, fue cuando lo detuvieron, herido en una pierna. Durante el juicio, se probó que el ex efectivo tenía 1,67 gramos de alcohol en sangre.