La Dirección General Impositiva (DGI) y el organismo recaudador ARCA pusieron en la mira a Sur Finanzas PSP S.A., una proveedora de servicios de pago asociada públicamente al mundo del fútbol e identificada con Ariel Vallejo, empresario cercano al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. De acuerdo con la denuncia, a través de su billetera virtual se habrían canalizado operaciones millonarias con un importante núcleo de empresas consideradas apócrifas.
El informe oficial señala que, en el marco de una investigación más amplia sobre la actividad de Sur Finanzas, se detectaron movimientos totales en billeteras y cuentas vinculadas por alrededor de $818.000 millones. Dentro de ese universo, la DGI sostuvo que un 31% de los usuarios eran “sujetos no categorizados”, un 27% monotributistas de baja capacidad económica y un 9% contribuyentes incluidos en bases de “no confiables” o emisores de facturas apócrifas.
Según la presentación, el corazón de la maniobra apunta a un grupo de compañías falsas o sin respaldo real que habrían aprovechado la infraestructura de Sur Finanzas para mover, en conjunto, unos $72.000 millones. Para el organismo, se trata de un circuito marginal que habría servido tanto para evadir impuestos como para lavar fondos cuya titularidad y origen se intentan ocultar detrás de firmas de papel.
Entre las empresas mencionadas en los documentos figuran casos como Producciones del Este SRL, registrada como prestadora de servicios de impresión, con operaciones por casi $25.000 millones; Parasole Construcciones y Servicios S.A., una firma dedicada supuestamente a reformas edilicias que habría movido más de $6.500 millones y que ya estaba catalogada como apócrifa; y Todo Junto Bazar, creada en 2023 y detectada rápidamente como irregular pese a haber operado cientos de millones de pesos.
El listado incluye también a Rodepau Group SRL, Betech Group, Flux Green, Carne de las Pampas S.A., Grupo Rex SRL y Excellent Solutions, entre otras razones sociales señaladas por la DGI por manejar montos desproporcionados respecto de su estructura, personal, domicilios y actividad declarada. El patrón común, según los investigadores, es la utilización de facturación apócrifa y cuentas digitales para disimular la verdadera procedencia del dinero.
En paralelo, el organismo recaudador acusa a Sur Finanzas de no haber retenido ni ingresado el impuesto a los débitos y créditos (conocido como impuesto al cheque) sobre las operaciones de sus clientes, configurando —según la denuncia— una evasión que podría superar los $3.300 millones. El caso se suma a otras causas en trámite por presunto lavado de activos en las que el nombre de la financiera ya había aparecido asociado a movimientos sospechosos y a inversiones en criptomonedas.
La vinculación de Sur Finanzas con el fútbol profesional argentino agrega condimentos políticos y mediáticos a la investigación. La marca aparece en camisetas de clubes como Barracas Central y Racing, y se la menciona como prestamista de entidades como San Lorenzo y Banfield. Para la DGI, la visibilidad de la firma contrasta con la opacidad de muchas de las empresas que usaron su billetera virtual, lo que refuerza la hipótesis de un esquema pensado para canalizar fondos de origen todavía no esclarecido.
La causa avanzará ahora en el fuero federal, donde se definirán medidas como allanamientos, embargos, pedidos de información a la Unidad de Información Financiera y eventuales citaciones a los responsables de Sur Finanzas y de las empresas sospechadas, en un expediente que combina finanzas digitales, recaudación tributaria y poder en el fútbol argentino.