La Unidad de Abordaje Fiscal tiene sus "viernes de joda", así lo denominaron y así lo ejecutan. Se trata de la misma justicia que exige y que tiene licencias especiales y que se niega a dejar atrás esos privilegios. Más casta no se consigue.
Dar marcha atrás a la feria judicial puso en alerta al sistema judicial, patalearon y desestimaron la posibilidad de trabajar y dar celeridad a los expedientes que duermen o marchan a paso lento dentro las oficinas del palacio. Lo que se mueve a otro ritmo es el denominado "viernes de joda" una especie de permitido especial en el que se conjuga la fiesta del último día de la semana, un grotesco al que sólo un grupo, que podría definirse como "casta", puede acceder.
La Unidad de Abordaje Fiscal (UAF), llamada anteriormente como Oficina de de Recepción de Denuncias, tiene la licencia de usar las instalaciones del trabajo y desatender las denuncias de índoles penal, correccional, contravencional, de violencia familiar y de género radicadas en sede policial y/o judicial.
Los viernes de joda es una práctica instalada a la que nadie está dispuesto a poner un freno, pese a que la sociedad reclama acciones concretas frente a un poder del Estado que prefiere bailes, disfraces, fotos y vídeos en la previa del fin de semana.