A pocos días del inicio de la cumbre, el canciller habló sobre la importancia del evento, se mostró confiado en la capacidad para alcanzar consensos entre los líderes mundiales y elogió a Macri: "Su liderazo le dio esta oportunidad al país".
Nos atiende en la gran salón de reuniones que está junto a su despacho, con vistas al señorial Palacio San Martín. Se disculpa por un breve retraso y pide ir directo a la entrevista para cumplir con sus innumerables compromisos. Sin embargo, no está intranquilo ni ansioso. A días del evento internacional más importante que jamás se realizó en el cono sur, el canciller Jorge Faurie se muestra confiado de los resultados en materia de organización y seguridad, y también en la capacidad de la diplomacia global para limar las severas diferencias de los más importantes jugadores mundiales en materia comercial y lo que él denomina la "agenda del futuro" del clima, el trabajo y la tecnología. Cultor de un bajo perfil, no se anima a pensar que su gestión quedará para siempre marcada por la cumbre de presidentes y jefes de Estado del G20 que se desarrollará entre el 30 de noviembre y el 1º de diciembre en Buenos Aires. Prefiere poner en el centro la figura de Mauricio Macri: "su liderazgo humano y dialoguista es el que le dio a la Argentina la oportunidad de ser invitada al gran baile del mundo, bajemos a escena con la mejor luz posible". Aquí el diálogo que mantuvo con Infobae.
– Canciller, lo primero que se preguntan los argentinos, en general, y los porteños, en particular, es dónde radica la relevancia de que el G20 se realice aquí, en nuestro país. ¿Tiene sentido el esfuerzo que se está realizando?
– El G20 es un mecanismo de diálogo que reúne a los principales países, hay algunos que dicen a las principales potencias, porque está resumido el 85 por ciento del producto bruto internacional, el 80 por ciento de de la geografía y de la población mundial. Por lo tanto, todas las decisiones, que no son mandatorias, sino por coincidencias, adquieren un efecto sistémico, porque lo que el conjunto de las más grandes economías decide llevar adelante repercute en el conjunto de la escena internacional. Por eso, para la Argentina es una oportunidad impresionante. Por un lado, es impresionante desde el punto de vista de que es el evento más relevante de política internacional, pero también lo será en la vida de cada uno, porque será el más importante en toda su historia.
Como usted sabe, Argentina es parte desde el inicio de este mecanismo que nació como una vertiente estrictamente económico-financiera, pero a partir del 2008 se hizo la ampliación hacia otro tipo de temáticas. En todas ellas hemos estado participando tratando de hacer un aporte constructivo. Pero en el 2016, cuando la Argntina plantea la posibilidad de ser anfitrión, lo que recibimos es un voto de confianza de este 80% de la economía internacional que dice que sí, que es muy bueno que lo haga la Argentina, un país del sur, un país que está en América Latina, un país que está haciendo reformas estructurales y que tiene un líder en su país y en su región que va a llevar una mirada diferente.
Por eso no solo es una oportunidad para la Argentina en términos institucionales, sino que también es una oportunidad para que todos los argentinos estén en contacto con el mundo y que en el mundo vean de primera mano qué somos, qué estamos haciendo, cómo estamos trabajando. Es cierto que hay una mirada de gente que dice que no a la globalización, que piensa que el globalismo no es algo bueno. Sin embargo, esas coincidencias que se alcanzaron en el G20 permitieron que la crisis financiera del 2008 no se generalice ni se profundice, porque podría haber sido como la crisis de 1929/1930, que tuvo efectos devastadores.
Que haya un escenario de diálogo, y que sea en la Argentina, que por cierto no es la economía más importante, pero que está en desarrollo y compartiendo una mirada sobre los problemas del comercio mundial, preocupados por las consecuencias del cambio climático en nuestra casa en común, defendiendo y viendo las críticas que se hacen al multilateralismo, impactados por la revolución tecnológica y su impacto en el mercado laboral y en la forma de producir, es una gran oportunidad para todos nosotros.
– ¿Le preocupa que Buenos Aires se transforme en una plataforma de protestas como sucedió en Hamburgo, donde sesionó el G20 el año pasado?
– A ver. Nosotros hemos preparado esta cumbre del G20 adoptando todas las medidas posibles para que tenga un muy buen desarrollo. Fue así como se hizo la conferencia de la Organización Mundial del Comercio, cuando había preocupación de que Buenos Aires se transforme en nuevo Seattle veinte años después, y nada de eso ocurrió. La reunión tuvo un desarrollo muy armónico. Del mismo modo, en este G20 nosotros nos hemos preparado para una reunión de enorme envergadura durante más de un año y medio. En materia de seguridad hemos tomado los recaudos. Hay gente que querrá hacer explotación de estos hechos con intereses políticos de poca monta, pero la mayoría creo que va a percibir que esta es una oportunidad para que los argentinos nos presentemos lo mejor posible. Por otro lado, desde el punto de vista de la organización, se realizaron más de cincuenta reuniones de nivel ministerial en distintas ciudades del país que transcurrieron de una manera impecable, con contenido y muy buena organización. Las cosas están preparadas para que esto tenga el mejor desarrollo posible y que los argentinos demostremos que podemos ser buenos anfitriones, aunque no pensemos igual, pero que sí podemos vivir en libertad y democracia, llevar nuestras diferencias con altura.
– Otra preocupación que se da en relación a Hamburgo, además del tema de la seguridad, es que en ese momento, cuando el G20 le dio la bienvenida a Donald Trump y él respondió desconociendo los acuerdos de París que había firmado su antecesor, Barack Obama. Eso provocó una gran tensión. ¿Cree que se producirá un problema similar en medio de la guerra comercial y de los conflictos que hay entre algunos países. Estados Unidos vs China, Gran Bretaña vs Unión Europea, Turquía vs Arabia Saudita…
– Es un mundo en cambio y todos los cambios generan readecuación de los principales actores o de las fuerzas que intervienen en ese proceso de cambio. Usted acaba de definir diferentes de tensiones que existen, pero forman parte de la vida internacional en un momento de gran inestabilidad en el escenario global, con diferentes factores en pugna. Justamente por eso es que tiene que existir un mecanismo como es el G20. La crisis del 2008, que hizo poner tan en valor este foro, durante momentos realmente dramáticos del sistema financiero internacional, el diálogo y la concertación permitió encontrar respuestas y morigerar los riesgos. Desde los Estados Unidos a China, de Rusia a Sudáfrica, de Argentina a Brasil, todos los que estamos participando del G20 analizamos cómo impactan los cambios en nuestros propios países y buscamos respuestas dentro de la razonabilidad y las coincidencias, que nos permita ir hacia adelante en un sentido positivo.
– ¿Cuál es la agenda específica que impulsó la Argentina para este G20?
– Nosotros lo que queremos es generar condiciones de crecimiento con inclusión. Básicamente, entendemos que hoy lo que está impactando la inclusión es el hecho de que la revolución tecnológica, algunas formas de modernidad, impactan sobre cómo se desarrolla el trabajo, que está siendo completamente transformado. Por eso propusimos una agenda que de respuestas a esa alternación del trabajo, proponiendo que sea a través de la recapacitación, de una educación que no pretende que vamos a aprender nuevamente el diccionario o geografía, sino cómo capacitarnos para responder a los desafíos que tenemos ya en los trabajos.
– ¿Educación para la igualdad de oportunidades?
– También en el sentido de igualdad de género, cómo potenciar el rol de la mujer en nuestras sociedades. Y, en otro sentido, asegurando que haya infraestructuras físicas como autopistas, rutas, puertos, y conectividad digital, que todos podamos tener acceso por las redes a los nuevos sistemas de servicios, de uso de monedas, a los pagos vía electrónica.
Putin y Trump, en la foto durante una reunión en el G20 en Hamburgo, dos de los protagonistas de esta cumbre
Putin y Trump, en la foto durante una reunión en el G20 en Hamburgo, dos de los protagonistas de esta cumbre
– ¿Y esta propuesta de agenda fue bien recibida por los otros miembros del G20?
– Totalmente. La idea de discutir la conectividad digital fue uno de los temas al que le hemos dedicado más atención, no solo los argentinos, sino todos los otros países que participaron. Tuvimos un encuentro muy positivo en Salta, que presidió el secretario de Gobierno Andrés Ibarra. Hace unos días un articulista decía que a veces la historia pasa por la vida de los países, y algunas veces se detiene en nuestras estaciones y si uno no se sube a ese tren, simplemente la ve pasar. Es muy importante que estamos alertas a lo que está pasando en el mundo y no dejemos pasar las oportunidades. Estemos atentos, miremos y preparémonos para lo que viene, no miremos tanto para atrás, hagamos de la Argentina un país más competitivo, más integrado, con inclusión social, tenemos un capital humano enorme y preparado para le revolución tecnológica. Miremos el G20 como ese tren que pasa y subámonos, es la oportunidad para que que hagamos una presentación de la Argentina en el mundo y en el futuro.
– Le voy a mostrar ahora una caricatura con lo cual nosotros, en Infobae, sintetizamos lo que nosotros creemos que va a ser el G20. ¿Siente que este puede ser el rol que le puede caber a la Argnetina en este momento difícil del escenario internacional?
– Las caricaturas tienen esa virtud, exacerban los caracteres y un poco los ridiculizan para llamar la atención. Ese es el sentido de una caricatura, que tiene un pedacito de verdad. Aquí se ve a Macri en el centro y todos con cara de un poco inquietos, enojados o en pugna. En principio, veo que el caricaturista la erró un poco con Macri porque le puso un rictus muy duro, y el presidente lleva adelante esto del G20 de una manera positiva, a ver cómo logra que todos esos intereses que están reflejados tanto en las figuras de Merkel, como de Putin, o Trump o el presidente Xi, Erdogan o el príncipe Saudí concilien y privilegien el diálogo. Yo pondría al Presidente argentino más sonriente en esta caricatura, porque él logra llevar con mucha sangre fría que todos dialoguen y encuentren soluciones.
– En cuanto al documento de cierre de la cumbre. ¿Qué espera? ¿Habrá consenso?
– Bueno, el documento es algo que todavía se está trabajando y siempre hay una consulta a último momento. El documento de base que están discutiendo los distintos gobiernos a través de los sherpas recoge las coincidencias que fuimos logrando a través de las cincuenta reuniones sectoriales. En la cumbre de líderes, en el momento final, dicen ‘Bueno, bueno, a mí me faltó tal tema, a mí me faltó tras otro, yo quiero bajar acá, yo quiero subir este tema de allá’. Para eso está la diplomacia y tendremos un comunicado que refleje los consensos posibles. El G20 es valioso por eso, porque es un mecanismo de diálogo y concertación. Antes las tensiones fueron económicas y financieras. Ahora son de índole comercial y de expectativas sobre el futuro, el futuro del trabajo, el futuro de la casa donde vivimos y la protección del clima.
– Ultima pregunta. Esta es una reunión internacional que quedará en la memoria de todos los argentinos y que lo tiene a usted como canciller. ¿Qué le genera eso?
– Esto es un trabajo de equipo y esta es la República Argentina y la gestión del presidente Macri. A esa forma de ser de él, un liderazgo sólido con actitud humana y dialoguista, es lo que le dio esta oportunidad única a nuestro país. Nos invitaron en este momento al gran baile del mundo, entonces cuando entremos, cuando bajemos las escaleras, hagámoslo con la mejor luz posible.