Luego de más de 18 horas de debate en la Cámara de Diputados, y tras despejarse algunas dudas claves de cara a la votación. El sí se impuso por 8 votos y la discusión por el proyecto de Ley que garantiza el Aborto Legal, Gratuito y Seguro, pasará ahora al Senado. Una multitud -que mayoritariamente clamaba por la media sanción- pasó la noche en vigilia colmando las calles lindantes al Congreso.
En una discusión donde, por momentos, se movía el eje de la discusión hacia divagues personales, religiosos y de temores infundados, costaba hacer foco en el punto central que trata la ley: el derecho de las mujeres que -de cualquier manera- deciden NO continuar con su embarazo, a hacerlo en libertad, sin ser criminalizadas, ni obligadas a realizar abortos clandestinos en condiciones inhumanas, poniendo en serio riesgo su vida. No era una ley para aquellas personas que SI desean continuar con su embarazo. Algo que pareciera resultar sencillo, pero que por momentos parecía confundirse con facilidad en el debate.
El debate fue uno de los más importantes desde el regreso de la democracia, ya que se pudo percibir una transversalidad política, logrando contrapuntos fuertes en lo interior de diversos bloques, como el de Negri y Massot, o Fernando Iglesias (curiosamente aplaudido por kirchneristas, tras su discurso) con Elisa Carrió.
Quizás el punto más fuerte contra los que se oponen lo expuso la diputada del PRO Silvia Lospenatto: "No pueden explicar como van a evitar que la mujer aborte"
La respuesta, justamente, de Carrió ante una pregunta similar respecto a las mujeres que pierden la vida en la práctica clandestina fue: "Se que van a morir mujeres, pero voto que no".
Con muchas idas y vueltas en el conteo informal y cuando la votación se encaminaba a ser un triunfo de quienes rechazan la iniciativa, Sergio Ziliotto, del bloque Justicialista, dio un giro sorpresivo y anunció que Melina Delú y Ariel Rauschenberger, también diputados de La Pampa, votarían a favor. Esto cambió todo el panorama, porque tanto Delú como Rauschenberger eran considerados como votos en contra.
Así, los números dieron 129 votos a favor, 125 en contra.
Terminada la votación, la única que se abstuvo fue la cordobesa Alejandra Vigo, al tiempo que planteó: "Nos preocupa a todos el aborto clandestino, las condiciones inhumanas y el entorno vulnerable en el que muchas mujeres se practican el aborto".
Casi no hubo cruces durante la sesión. Y la gran mayoría de los legisladores dieron su discurso y luego se retiraron de sus bancas. Muchos cruzaron a sus oficinas en el anexo y otros se quedaron en el salón Pasos Perdidos, hablando con asesores y periodistas. Un dato que refleja esto es que, luego de la apertura del debate, casi no hubo quórum en ningún momento.