La Justicia de Mendoza falló a favor de Enrique Hugo Montuelle Masmouk (38), un peligroso asesino que está preso desde 2003 por distintas causas, entre ellas, tres homicidios dentro del penal de Boulogne Sur Mer. Ahora, el Estado mendocino deberá indemnizarlo con $350.000 por los "daños físicos y agravio moral" recibido durante su período de reclusión.
Así lo dictó en un controversial fallo la Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario, que finalmente dispuso otorgar la reparación al detenido tras una demanda que presentó en 2016 y que había sido rechazada en primera instancia.
En esa ocasión, el juez Darío Penisse negó los $700.000 que exigía Montuelle, ya que consideró que el hombre se drogaba tiempo antes de que ingresara al penal, por lo que "nunca se adaptó al régimen penitenciario" debido a su "personalidad antisocial, conducta violenta y desbordes impulsivos".
Sin embargo, esta vez los camaristas le dieron la razón a Montuelle. El gobierno mendocino deberá afrontar una suma de $150.000 por daños físicos y $200.000 por agravio moral, lo que totaliza unos $350.000. La erogación tendrá que liquidarse en los próximos diez días, informó el diario Los Andes.
El fallo lleva la firma de jueces Gustavo Alejandro Colotto, Graciela Mastracusa y Sebastián Márquez Lamená, que anularon la sentencia del magistrado Penisse, del Primer Tribunal de Gestión Judicial Asociada.
Las vejaciones a un asesino patológico
Montuelle había sufrido graves heridas en 2013 en el marco de una riña con arma blanca con reclusos de Boulogne Sur Mer, por lo que debieron extraerle el bazo. Según los jueces, este inconveniente de salud "trae consecuencias como la predisposición a sufrir cuadros infecciosos respiratorios" y "le compromete los miembros superiores e inferiores".
Entre la sentencia, los camaristas plantearon que el homicida "carece de las condiciones mínimas de un establecimiento penal según Amnistía Internacional", lo que se interpreta como "un ataque directo a su dignidad".
Desde esta perspectiva, recuerda que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señala que "quien sea detenido tiene derecho a vivir en condiciones de detención compatibles con su dignidad personal y el Estado debe garantizarle el derecho a la vida y a la integridad personal".
Por lo tanto, el fallo apunta contra el Estado de Mendoza, ya que los jueces entienden que su obligación es resguardar la vida de la persona.
Los magistrados aseguraron también que el asesino padece severos problemas patológicos de orden psicológico por pasar "13 años de encierro en malas condiciones ambientales, en aislamiento, con varios hechos de autoagresión y heteroagresión".
Además de los $350.000 que Mendoza tendrá que depositarle al asesino, también deberá destinar otros $150.000 a los honorarios de los abogados y $21.000 a los peritos médicos que intervinieron.
Un criminal peligroso
La historia criminal de Enrique Montuelle arranca en 2004. Lo hizo con una auténtica matanza: descuartizó en ocho partes a Sergio Salinas (24), un hombre que estaba preso en Boulogne Sur Mer por un asalto a un colectivo. Sus restos aparecieron esparcidos en distintos lugares del penal.
Dos años después, el preso volvió a matar junto a otros cinco cómplices del complejo penitenciario. Sus víctimas fueron los reclusos Diego Ferranti y Gerardo Antonio Gómez.
Por el primer asesinato, Montuelle fue condenado a 21 años de prisión como partícipe primario del hecho, mientras que en 2010 recibió la pena perpetua por homicidio agravado por ensañamiento.