A través de un comunicado, La Pastoral Diocesana hizo conocer su "preocupación" por las fábricas que cerraron y la "solidaridad" con los despedidos.
En muy pocas semanas, en Villa Mercedes, cerraron al menos cinco grandes empresas que dejaron a 500 familias sin trabajo. Esta situación se suma a los despidos de 2016 que cerró con el negativo saldo de 10 mil puestos laborales perdidos.
El comunicado de la Iglesia:
Ante el cierre de fábricas sucedido en diversas localidades de nuestra provincia, la Iglesia -por medio de su Pastoral Diocesana- expresa su dolor y preocupación, manifestando su cercanía y solidaridad con aquellas familias que han perdido sus fuentes de trabajo.
La Iglesia, como testigo de esperanza, invita a seguir construyendo la cultura del encuentro, a sembrar el diálogo para buscar las soluciones, y a amparar solidariamente a aquellos que necesitan del trabajo.
Confiamos en la intercesión de Jesús Obrero, que conoce todas nuestras necesidades, para que se abran los caminos hacia la generación de empleos dignos y genuinos, que permitan a todos recuperar el futuro y ser protagonistas activos de nuestra sociedad.