First Circle es una fintech asiática que acaba de desembarcar en la Argentina y ofrece una plataforma para otorgar préstamos de capital de trabajo en horas. Cuál es su tasa y qué plazos de devolución aceptan.
Conseguir financiamiento de la forma más rápida posible puede significar, en muchos casos, el no dejar pasar el tren de iniciar o expandir un negocio en el momento oportuno. Así, motivada por la falta de fuentes de financiación en el país y la cada vez mayor cantidad de emprendimientos que nacen de la posibilidad de comprar y vender productos y servicios a través de plataformas de e-commerce, la fintech asiática First Circle acaba de desembarcar en la Argentina. Con $ 1,5 millones para repartir en préstamos durante 2017, la empresa promete brindar capital de trabajo a pequeñas y medianas empresas de manera fácil y en 24 horas.
Fundada hace casi dos años en Filipinas por el irlandés Patrick Lynch y Koop, de origen holandés, la compañía se expandió primero gracias a sus operaciones en el país donde nació, para más tarde lanzarse en Singapur y otros mercados del sudeste asiático. Luego de asociarse con sitios de comercio electrónico de esa región, como Zalora y Lazada (el último, adquirido por Alibaba en 2016), y tras haber conformado una cartera de más de 200 clientes allí, la empresa decidió hacer pie en Latinoamérica y pisar primero en Argentina.
“Decidimos comenzar aquí dado que es el país emergente con mayor nivel de penetración de e-commerce”, comentó Jorrit Koop, co-fundador de First Circle, a través de un comunicado. En diálogo con la presna el gerente de Operaciones de la firma a nivel local, Alejandro Castignani, agrega a esa razón la del “gran déficit a nivel crediticio para las empresas pymes locales”. “Argentina tiene un nivel de préstamo equiparable al 15 por ciento del PBI, mientras que en Chile es del 70 por ciento”, compara el directivo.
Para llegar a sus prestatarios, First Circle se asocia a plataformas de e-commerce y cámaras de comercios para ofrecer a sus vendedores y socios sus servicios. “En Argentina vamos a brindar créditos de entre $ 50 mil y $ 300 mil para ser invertidos en capital de trabajo, con opciones de devolución que varían entre los 2 y los 6 meses, ya que son de corto plazo”, desarrolla Castignani. Y añade: “Somos una alternativa frente a la banca formal, a la que no recurren nuestros clientes porque saben los trámites y la burocracia a la que deberán enfrentarse. Nosotros, al tener las alianzas que tenemos, tenemos acceso a históricos de ventas, rotación de inventarios, y otras variables e indicadores que los bancos no tienen. Así, nuestro riesgo de incumplimiento de pagos es menor al 1 por ciento”.
Castignani explica que, para aplicar a sus créditos, a las empresas no se les exige una antigüedad determinada, pero sí estar constituidas, en actividad y en funcionamiento, y tener un modelo de negocios coherente. Con esos requisitos en regla, cada potencial cliente puede ingresar su número de CUIT en el sitio de First Circle, indicar cuánto dinero necesita, por cuánto tiempo y con qué objetivo, información con la que los prestadores analizan el volumen de ventas e historial de crédito de cada caso, para enviar una respuesta y el dinero en menos de 24 horas, según afirma la fintech asiática.
Aunque Castignani no aclara cuáles son las tasas que ofrece First Circle, si menciona que están “por arriba de las que ofrece la banca formal (de un 3 por ciento mensual), pero por debajo de las fuentes informales (que prestan a un 6 por ciento mensual)”. “Nuestro ticket promedio ronda los $ 200 mil, y tanto las tasas como el sistema de devolución –que puede ser de una regularidad semanal, quincenal, mensual o hasta bimestral– al perfil de cada negocio”, comenta. Además, sostiene que “la tasa de refinanciación es del 90 por ciento entre sus clientes”.
Para 2017, Castignani revela que First Circle quiere alcanzar los 100 clientes a nivel local, para empezar con un proceso de expansión por la región al año siguiente. Recientemente, la empresa cerró una inversión de equity de más de U$D 2,5 millones, financiada por fondos tanto norteamericanos como europeos.