Felipe Tomasevich, ministro de obras públicas e infraestructura, se da el lujo, al estilo Menem, de ser piloto. Casualmente el funcionario es el que lleva adelante la construcción del autódromo en La Pedrera.
El Parque La pedrera difundida desde el gobierno como una obra de relevancia para los mercedinos, esconde desde su concepción el capricho de los poderosos, finalmente serán los allegados a Rodríguez Saá quienes disfruten del circuito, mientras los ciudadanos mirarán, con suerte, desde la tribuna como se gastaron miles de millones de pesos en una obra que fue pensada y ejecutada para el poder.
Felipe Tomasevich no es un funcionario más dentro del organigrama del poder provincial, es la apertura a negocios nacionales e internacionales para Rodríguez Saá a través de su hermano Federico, el financista que busca oficina en Manhattan para abrir en 2017 y así consumar en espejo su eje financiero propio City de Londres-Wall Street. Su meta es interesar a inversores en los negocios que viene montando en Panamá, el corredor andino, Paraguay y Uruguay, excepto Brasil, al que aún no le encontró la vuelta. Pero como reúne en América Latina casi el 50% de los ingresos totales y ya administra una cartera de activos de US$ 2.000 millones, aspira a erigirse en la banca líder regional.
No es casualidad que Alberto y Adolfo permitan que su ministro construya un circuito cuando es la llave para realizar negocios internacionales.
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— Copa Bora 1.8 T (@copabora) September 11, 2016
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Referencia: www.copabora.com