Cómo el Comando Vermelho convierte favelas de Río en fortalezas para esconder a sus líderes

La reciente operación policial en Río de Janeiro dejó más de un centenar de muertos y expuso la estructura con la que el Comando Vermelho blinda a sus líderes dentro de las favelas. Las autoridades describen zonas enteras transformadas en verdaderas fortalezas urbanas, con vigilancia armada y puntos de control que impiden el acceso de la policía.

El Ministerio Público identificó complejos como Penha y Alemão entre los principales refugios, donde se concentran armas, drogas y mandos del crimen organizado. Estos territorios funcionan como enclaves cerrados que combinan el poder económico del narcotráfico con la complicidad vecinal forzada.

El grupo, uno de los más antiguos de Brasil, habría consolidado un sistema de comunicación interna que les permite coordinar operaciones en varias regiones del país desde estos bastiones.

Expertos en seguridad advierten que el fenómeno revela el fracaso de las políticas de pacificación y la creciente militarización del crimen, que ya opera con lógica de guerra urbana.

Las autoridades planean nuevas intervenciones conjuntas para desarticular los enclaves, aunque reconocen que el desafío supera el ámbito policial y requiere soluciones sociales y económicas de fondo.

  • El Comando Vermelho controla complejos como Penha y Alemão.
  • Las favelas funcionan como refugio y centro de mando del grupo.
  • La organización dispone de armamento pesado y barricadas.
  • Las operaciones policiales enfrentan resistencia táctica organizada.