Entre septiembre y enero se concentra un paquete de vencimientos por alrededor de u$s 6.800 millones que mantiene en alerta a los mercados. El cronograma combina compromisos con organismos internacionales y pagos a tenedores de bonos soberanos que se vuelven determinantes para la hoja de ruta fiscal y cambiaria de corto plazo.
La estrategia oficial de usar divisas del Tesoro para intervenir en el mercado abrió interrogantes sobre el nivel de reservas disponible para afrontar esos pagos sin tensiones adicionales. En ese contexto, analistas y operadores monitorean la evolución del flujo de dólares, la dinámica de ingresos comerciales y la posibilidad de financiamiento neto positivo que alivie el perfil de vencimientos.
Para transitar el bimestre crítico sin sobresaltos, el foco estará en asegurar fuentes de divisas, ordenar el perfil de vencimientos y sostener una comunicación clara que ancle expectativas. La capacidad de ejecutar ese plan será clave para estabilizar las variables financieras y preservar la demanda de activos locales en un entorno volátil.