El vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el Gobierno nacional eliminará, mediante un decreto, el asueto del 27 de junio por el Día del Empleado Público. Esta jornada no laborable había sido establecida por ley en 2013 y reconocida previamente por la OIT desde 1978.
El argumento oficial es que los empleados estatales no deben gozar de privilegios que no tiene el sector privado, y que este tipo de beneficios implica un costo directo para los contribuyentes.
El anuncio generó una inmediata reacción de ATE. Su secretario general, Rodolfo Aguiar, calificó la decisión como un “acto despótico propio de un régimen autoritario” y cuestionó la legalidad del decreto, afirmando que sólo el Congreso puede derogar una ley vigente.
“En la Argentina no existen los emperadores, Milei. El único que goza de privilegios del Estado sos vos, Adorni, cara dura”, expresó Aguiar.
Además, denunció que desde la Secretaría de Comunicación se incorporan familiares y militantes libertarios con sueldos millonarios, mientras se recortan derechos a los trabajadores estatales.
El Gobierno, en tanto, defiende la medida como un paso más en su política de austeridad y eficiencia del gasto público. No se anunciaron por ahora modificaciones sobre otros feriados nacionales.