Un bebé estadounidense, identificado como K.J., fue tratado exitosamente con una terapia génica personalizada basada en la tecnología CRISPR, convirtiéndose en el primer paciente en recibir un tratamiento de este tipo para una enfermedad metabólica rara.
"Es la primera vez en el mundo que se desarrolla y aplica una terapia génica individualizada en tan poco tiempo para salvar la vida de un paciente pediátrico." — Dra. Katherine High (experta en terapias génicas, y forma parte del comunicado del equipo médico del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) y la Universidad de Pensilvania, quienes lideraron el caso de K.J.)