La magistrada justificó su decisión señalando inconsistencias en los informes de las fuerzas de seguridad.
Tras los disturbios ocurridos en el Congreso, Karina Andrade ordenó la liberación de los 114 detenidos, argumentando que las detenciones carecían de precisión en cuanto a tiempo y lugar.
"No hay elementos suficientes para justificar la detención prolongada de los manifestantes", indicó la jueza en su fallo.
El fallo generó divisiones: sectores judiciales respaldaron la independencia de la magistrada, mientras que funcionarios del Ejecutivo advirtieron sobre los riesgos de su decisión.