El Narcoestado de Rodríguez Saá: La droga la controlan y distribuyen desde la cárcel con el silencio cómplice del poder

La droga se enquistó, se ramificó y ahoga a la Provincia, golpea con fuerza en los barrios y se distribuye en todos lados. La manejan desde la cárcel, lo saben las autoridades y el silencio cómplice permite que la metástasis deje a la sociedad en una situación casi terminal, el tiempo se agota.

San Luis está cada vez más cerca de ser un distrito en el que nunca pensó transformarse, el narcomenudeo pasó a ser narcotráfico, se instaló y ahora lo manejan en las más altas esferas del poder. El golpe que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), dio al desbaratar una banda que operaba desde la cárcel, desnudó lo que todos sabían que la droga tiene un soporte lo suficientemente grande para ser tan fuerte; la controlan, fraccionan y distribuyen desde la cárcel con el soporte necesario del Ministerio de Seguridad.

Una vez que la PSA dio el paso, el Ministro Latini se llamó a silencio, tampoco hablaron los subalternos en la cartera y la Policía Federal avanzó en detener a los responsables del Servicio Penitenciario, a parte de los que permitieron la propagación del veneno.

Si el Ministro no habla, mucho menos el Gobernador cuya aparición pública fue para apoyar a Sergio Massa en la carrera por meterse al balotaje de noviembre, de la droga, una vez más, el silencio es el único camino.

El tiempo se agota, los barrios son una venta libre de drogas, que también circula en los sectores más pudientes. Infecta a la sociedad, la enferma y las madres desesperadas no encuentran contención, respuestas y se golpean con una Estado que lejos de intervenir calla o mira para otro lado.

 

 

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