El Escribano Juan José Laborda Ibarra utilizó la imagen gráfica y contundente del incendio para definir la situación provincial, “mientras más tarde llamemos a los bomberos la situación será peor”, ejemplificó.
Dos hechos irrefutables, que marcan a fuego la realidad, sucedieron en las últimas horas. El asesinato de una vecina en Villa Mercedes, de 67 años a quien le arrebataron la vida en un modus operandi que los malvivientes ya habían probado anteriormente, el de cortar la luz, hacerse pasar por electricistas y ganar la confianza de la víctima. Otro suceso de características federales sacudió la opinión pública cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria llevó adelante un allanamiento en la Penitenciaria Provincial con resultados positivos para el fraccionamiento y venta de cocaína, en pocas palabras, la droga la manejan y controlan desde la cárcel. En ninguno de los casos, ni en el asesinato ni en el narcotráfico enquistado en la estructura de seguridad, hay detenidos, tampoco renuncias ni reacción del Gobierno.
La crónica debe agregar en su contenido que los ministros están denunciados y sospechados, en su gran mayoría, de hechos ilícitos, corrupción, enriquecimiento y mal desempeño de sus funciones, un verdadero caos que es el caldo de cultivo para una situación extrema.
“La Provincia está encendida”, ilustró Laborda Ibarra para inmediatamente dar una salida, “Rodríguez Saá debe llamar al bombero para que apague el incendio, estoy hablando del Gobernador electo Claudio Poggi. Si no le da participación la situación va a empeorar”.
En la misma línea de razonamiento el reconocido dirigente enfatizó: “Esto es como cuando se está quemando todo, cada minuto que perdemos en llamar a los bomberos es fatal, Rodríguez Saá debe tener el gesto democrático, la responsabilidad histórica y social de apagar el fuego que la inoperancia y desaprensión de su gobierno generaron. El actual Gobernador está en el final de su mandato, no tiene voluntad ni interés de enfrentar los problemas que tiene la provincia, es un Gobernador mentalmente ido de San Luis. Es como el dueño de casa que se queda inmóvil ante el fuego sabiendo que llamas van a devorar la casa, no tiene reacción, por eso digo que hay que llamar y abrirle la puerta al jefe de los bomberos”, sintetizó el exdiputado provincial en su diagnóstico.