Los trabajadores y trabajadoras del sector público provincial son el más golpeado por la crisis, los aumento quedaron detrás de la inflación, debajo de la línea de pobreza y los bolsillos sienten la pérdida del poder adquisitivo.
A un ritmo de inflación interanual que licua los magros aumentos anunciados por Rodríguez Saá. Los empleados públicos observan cómo sus salarios no logran acercarse a la meta de la línea de pobreza y quedan por debajo cuando el límite para una familia de 4 integrantes es la Canasta Básica Alimentaria ubicada en $67.577. Los salarios de los trabajadores de la administración pública oscilan entre los $40.300, en la categoría más baja, a los 66.000, en la más alta. La gran mayoría queda lejos, muy lejos de superar la línea de pobreza
El Sindicato de Empleados Públicos hace una comparación que no deja lugar a dudas y es inobjetable: "Un sueldo de enero del 2019 era de $25 mil que convertidos eran 600 dólares. Hoy 600 dólares estaríamos hablando de más de $100 mil y hoy un empleado de esa misma categoría cobra $50 mil”.
Con el correr delos meses el modelo Kirchnerista fulmina los bolsillos de los trabajadores, los que dependen de los incrementos que anuncia Rodríguez Saá no escapan de esta triste y grave realidad.