Los contagios y los muertos en Italia caen ligeramente

Este domingo se han registrado 651 víctimas mortales en 24 horas, 142 menos que ayer

Es todavía muy pronto para establecer una tendencia, pero el balance de víctimas y fallecidos por el coronavirus en Italia es ligeramente esperanzador. Después de dos días seguidos con un drástico aumento de muertos (el viernes hubo 627, el sábado, casi 800), este domingo se han reducido algo, con 651 fallecidos en sólo 24 horas. Son 142 menos que el día anterior.

También decrece el número de nuevos enfermos, que el sábado fue de más de 4.800, y este domingo más de 3.900. “Todos esperamos que estos números puedan confirmarse en los próximos días, pero no podemos bajar la guardia”, ha avisado el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli.

En total, ya son casi 60.000 los italianos que han contraído el virus, entre los cuales 5.476 que han perdido la vida y 7.024 que se han curado. El presidente del Consejo Superior de Sanidad italiano, Franco Locatelli, ha subrayado el valor de la “caída leve” de muertos y contagiados, una “señal que llega cuando comienza a acercarse a la distancia temporal en la que queremos ver signos de las medidas de contención que hemos tomado”, ha dicho en rueda de prensa. Es presumible que el número de fallecidos aumente en los próximos días, ya que todavía hay más de 3.000 personas que se encuentran en cuidados intensivos.

Esta caída que Italia espera que se confirme esta semana –que será clave porque podría indicar que se ha llegado, o se está a punto de llegar, al esperado día de contagios pico de contagios– tiene lugar justo cuando están por cumplirse 14 días después de que el primer ministro, Giuseppe Conte, decretara el confinamiento de todo el país.

Los expertos italianos han repetido que los tiempos en los que los enfermos deben mostrar síntomas van entre los cinco y los doce días desde el contagio, con lo que el balance podría señalar que el aislamiento en Italia podría haber funcionado. De momento son sólo brotes verdes, pero el contagio en la Lombardía, la región más afectada, también se ha reducido, ha dicho el consejero de Sanidad Giulio Gallera. “Hay más claros que oscuros”, ha celebrado.

En la península transalpina no queda mucho por cerrar. Este lunes será el primer día en que los trabajadores de las fábricas del país que no se dedican a fabricar bienes de primera necesidad se quedan en casa. El sábado por la noche, Conte recogió el guante de las regiones más afectadas y ordenó cerrar todas las actividades productivas del país excepto solamente cuatro grandes áreas: logística y transportes, fármacos y sanidad, energía y agroindustria.

Todos los otros sectores quedarán cerrados. También seguirán abiertos los servicios postales, bancarios y los veterinarios. Pero esta decisión de facto paraliza la actividad económica de la tercera economía de la zona euro. “Es la crisis más difícil que el país está viviendo desde la Segunda Guerra Mundial. La muerte de tantos ciudadanos es un dolor que cada día se renueva”, declaró el premier en una comparecencia nocturna.

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