En noviembre de 2011, el ómnibus se detuvo en un paso a nivel y fue arrollado por un tren de carga. Por el hecho fue condenado el chofer.
La Justicia absolvió por el beneficio de la duda a Mabel Tyempertyopolos, la propietaria del micro que el 2 de noviembre de 2011 fue arrollado por un tren de carga, hecho en el que murieron seis alumnas y dos docentes.
La tragedia de Zanjitas, como se recuerda aquel accidente, ocurrió cerca de la localidad con ese nombre, en un paso a nivel sobre la ruta provincial 3, al sur de la provincia de San Luis.
El micro, en el que iba dos cursos escolares a llevar donaciones a chicos de escuelas rurales, se detuvo sorpresivamente sobre las vías cuando se acercaba el pesado un tren carguero que venía de Mendoza a Buenos Aires.
El tren chocó al micro y lo arrastró unos 200 metros. Ambos vehículos quedaron enganchados.
Por el hecho hubo un primer juicio penal en 2015, en el que fue juzgado el chofer del micro, Julio Jofre, a quien se lo condenó por los delitos de homicidio y lesiones culposas a cuatro años y ocho meses de prisión. Jofre ya cumplió su condena y trabaja en la empresa Polo, la misma para la que conducía en el momento del accidente.
Ahora, en un segundo juicio, por los mismos delitos estuvo en el banquillo la dueña de la empresa Polo, quien resultó absuelta por el beneficio de la duda. La Justicia dio lugar a la posibilidad de que la mujer no estuviera al tanto de la realización del viaje que terminó siendo fatal para seis nenas.
Una de las madres de una alumna sobreviviente del accidente declaró a la prensa: "No nos sorprendió el veredicto, ya que no hay justicia. En este juicio quedó demostrado que hicieron todo mal; el chofer trabajaba en negro y tomaba la decisiones. Nadia sabía nada, ni la directora del colegio ni la dueña de la empresa". Verónica Santarena advirtió a otros padres: "No sabemos a quienes dejamos a nuestros hijos".
Durante dos jornadas se escucharon testimonios e incluso la voz de la acusada. Cuando habló ante en Tribunal, Tyempertyolopos pidió disculpas a los familiares de la víctimas del accidente y se justificó diciendo que no tuvo conocimiento de las condiciones del viaje y que de haberlo tenido "no lo hubiese autorizado".
A pesar de que los abogados querellantes y la Fiscalía pidieran cuatro años de prisión para la acusada, el Tribunal decidió absolverla.
Las víctimas fatales fueron seis nenas y dos adultos: la vicedirectora María Virginia Farías, de 30 años, y la profesora Jesica Brancan, de 23. El micro transportaba en total a seis docentes y 40 nenas de entre 10 y 11 años, alumnas de dos cursos de quinto grado del Colegio católico Santa María, de la capital puntana.