La Agrupación oficialista "Hay Equipo" dejó plasmado su sello con la palabra "traidor" en la sede de Adolfo. La Guerra familiar, que incluye amenazas, acusaciones mutuas por robo y descalificaciones de todo tipo, tiene ahora un nuevo capítulo: Las pintadas.
A menos de 30 días de la elección que definirá al próximo gobernador, los hermanos Rodríguez Saá libran una verdadera guerra mafiosa por el control de la familia, el dinero y el poder provincial. En ese escenario se mueven, se acusan y se atacan mutuamente.
La sede partidaria de Adolfo amaneció después del fin de semana con una feroz pintada y sello de "Hay Equipo" para acompañar la palabra "traidor". Inmediatamente los adolfistas conversos, bajo la palabra de Amado Neme, alguien que conoce de pintadas, mostraron su descontento y ensañaron una especie de falsa victimización. Nada que ellos mismos no hicieran las pasadas elecciones.
Por el lado de Alberto la puesta en escena incluyó un comunicado de "Hay Equipo" en el que se desentienden de las pintadas y ponen en duda si fue el propio Adolfismo el que las hizo. Nada que no hicieran en otras elecciones.