La presentación científica de la primera imagen de un agujero negro tuvo un anuncio de los que usualmente se le dan a los megaeventos deportivos: seis conferencias de prensa simultáneas en diferentes países, con streaming live por Internet donde diversos equipos de investigadores de todo el mundo dieron explicaciones y opiniones.
En Argentina la versión “local” de la presentación se realizó en Córdoba, coincidiendo con el hecho que allí se llevaba a cabo el congreso académico GRAV19 con expertos discutiendo sobre Big Bang, agujeros negros, teoría de cuerdas y otras áreas de frontera de la cosmología. En ese ámbito, se consultó la visión de varios especialistas sobre el hallazgo del Event Horizon Telescope (EHT), quienes coincidieron en señalar que se trata de un logro “histórico” ya que confirma la existencia de agujeros negros y que abrirá una nueva era en la tecnología de investigación en astronomía.
Para el doctor Luis Lehner, investigador del Perimeter Institute en Canadá, y supervisor de uno de los 200 co-firmantes de este conjunto de papers “la foto nos da una oportunidad única en la historia de la física: nos permite abrir una nueva ventana para mirar el universo ya que nos permite asomarnos a entender aspectos totalmente nuevos y únicos del fenómeno de los agujeros negros. Además, nos permitirá entender en el mediano plazo como podrá o deberá evolucionar la teoría de la relatividad tal como hoy la entendemos”. Para Oscar Reula, investigador principal de Conicet y profesor de la FaMAF, en la Universidad de Cordoba, “el gran valor de estos trabajos que hoy se dieron a conocer es que -hasta ahora- los agujeros negros eran conclusiones u objetos deducidos de las teorías originalmente enunciadas por Albert Einstein. Y teníamos evidencias sólidas, pero indirectas, de su existencia. Ahora, finalmente, con esta imagen, tenemos evidencias directas por primera vez”.
Algo similar aseguró el físico Reinaldo Gleiser, Profesor Emérito y miembro de la Academia Nacional de Ciencias: “Yo creo que es un experimento trascendente porque complementa las teorías con observaciones reales, algo esencial para que la física, y la ciencia, tenga avances sólidos. Además, nos ayudará a pensar a largo plazo. Las teorías de la gravitación de Newton duraron tres siglos, hasta que la de Einstein innovó y la “incluyó”. Y ahora con este descubrimiento puede pasar lo mismo con las ideas de Einstein: que den lugar a una nueva teoría más comprensiva y que sume nuevos campos.