La principal razón es económica, también seductora para los clubes. Aunque por ahora, tanto River como Boca se mantienen firmes en sus posturas.
Si no aparece una oferta superadora en lo económico, y el Tribunal de Disciplina no dispone otra cosa, la Conmebol oficializará en las próximas horas que la final de la Copa Libertadores se jugará el 8 de diciembre en Doha, Qatar.
Como Conmebol debe reembolsarle un dinero importante a River debido a la venta de tickets equivalente a cerca de 2.500.000 dólares, ese país es el que mayor poderío monetario tiene para hacerle frente a los gastos.
Además, el “Millonario” percibirá el costo de los dos operativos policiales, aunque el del domingo es menos costoso, debido a que fueron menos horas de presencia policial ya que alrededor de las 14 se decidió posponer el partido.
Siempre y cuando el Tribunal de Disciplina no decida darle por perdida la revancha a River y que el ganador sea Boca o que se juegue a puertas cerradas, todos los caminos parecen conducir a que la Conmebol se incline por Doha con parcialidad de ambas hinchadas.
¿Por qué se inclinan por Doha? La Copa Libertadores, el torneo más prestigioso a nivel de clubes de Sudamérica, se mudará de Buenos Aires a una ciudad que queda fuera del continente y a nada menos que 13.306 kilómetros.
Más allá de que Conmebol entiende que en Argentina no hay garantías de seguridad, otros países sudamericanos no llegan a pagar el dinero que le proporciona Qatar, que además de reembolsarle a River el dinero de las entradas y de los operativos policiales, también se ofrece a pagar los premios para los finalistas (6 millones de dólares para el ganador y 3 para el perdedor).
Qatar Airways además de ser sponsor de Boca también es uno de los más importantes de Conmebol y la relación es más que estrecha al punto que Qatar jugará la próxima Copa América como invitado especial.
Otra punto positivo para Doha es que está a sólo 500 kilómetros de Abu Dabi donde el campeón de la Copa Libertadores deberá presentarse a disputar el Mundial de Clubes
La opción B, por ahora, es jugar el domingo 9 en Asunción a puertas cerradas en el estadio Defensores del Chaco, con capacidad para 38.000 personas, siempre y cuando el Tribunal de Disciplina decida que se juegue y de esa manera.
Qatar, que organizará el Mundial 2022, tiene muy buena relación con Conmebol, al punto tal que el sheikh qatarí Hamad bin Khalifa bin Ahmad Al Thani estuvo presente en abril en un congreso que se realizó en Buenos Aires, al que asistió el propio presidente de FIFA, Gianni Infantino.