Negocia la última versión del texto con el peronismo de los gobernadores, única esperanza para llegar al quórum. Presionan a Massa para ayudar con la abstención.
Hasta última hora de este lunes, diputados de Cambiemos y técnicos de Hacienda pulían el dictamen del presupuesto que buscarán imponer este martes en Comisión para tratarlo el miércoles en el recinto.
Las cuentas no mejoraron: como explicó LPO, los cinco diputados de Santiago del Estero siguen sin confirmar qué harán y sin ellos el Gobierno supera con lo justo los 129 votos necesarios para el quórum.
Además de esperar que el gobernador santiagueño Gerardo Zamora vuelva de Israel y atienda el teléfono, confían en que su colega tucumano Juan Manzur aporte sus tres votos, que hasta ahora están en duda.
La otra misión de Emilio Monzó es que el Frente Renovador ayude con el quórum y se abstenga, que en los hechos es como bajar la cantidad de votos necesarios para aprobar una ley.
"Es ese el plan del Gobierno. El nuestro sigue siendo incorporar cambios al presupuesto", dijeron a LPO desde el bloque identificado con Sergio Massa.
Los renovadores son 16, porque cinco armaron un frente con el Movimiento Evita. Los otros díscolos son Diego Bossio, que viene compartiendo agenda con Massa, y los seis diputados de Argentina Federal que no responden a gobernadores y proponen posponer el debate al miércoles 31. Cambiemos no quiere esperar y se conformaría con que al menos no abandonen su banca al momento de votar.
Los aliados para aprobar el presupuesto son los diputados cercanos a gobernadores de Salta, Chaco, Entre Ríos, Misiones, San Juan, Misiones, Catamarca y el riojano Danilo Flores, porque Luis Beder Herrera está rebelde.
Pero esta tarde muchos se mostraban molestos por la demora en conocer el texto final, que Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto, recién el martes recitará, con las propuestas tomadas del peronismo amigo. A falta de diputados por la zona, repasó algunos números con Miguel Pichetto, jefe de los senadores justicialistas.
La mayoría las anticipó hace quince días (cómo eliminación de recortes a la patagonia y restringir superpoderes a Peña), pero la redacción fina llevó más tiempo de lo previsto y la devolución de la oposición tal vez no sea la esperada.
El plan del Gobierno no cambió: aprobar el presupuesto en general y en particular el miércoles, sin arriesgarse a que la oposición reúna mayoría para reescribir artículos de madrugada.
Algunos todavía están en discusión. Laspina sigue ensayando versiones del artículo 53, que habilita al Gobierno a reestructurar la deuda externa sin restricciones. "Si ninguna convence se elimina. No es tan importante", aclaraban en el oficialismo.
Otra polémica es el fondo de compensación al transporte para cubrir los subsidios a las líneas municipales, que Guillermo Dietrich controlará a gusto.
Esta tarde hasta el despacho de Monzó llegaron los intendentes de Córdoba (Ramón Mestre), Jujuy (Raúl Jorge) y Neuquén (Neuquén), todos radicales y dispuestos a instruir a sus diputados a estorbar el presupuesto si no le garantizan los fondos necesarios para evitar tarifazos.
Se llevaron la garantía de que el fondo será de 5 mil millones, pero aún negocian un índice de distribución para no tener que llamar día por medio a Dietrich.