Los efectivos de la Policía de la Ciudad que allanaron ayer el departamento de Cristian "Pity" Álvarez en la torre 12 del barrio Samoré de Villa Lugano, por orden del juez Martín Yadarola, escucharon ladridos al principio: la perra del cantante de Viejas Locas había tenido cría días atrás entre la mugre.
Eran cinco perros en total, que intentaban juguetearles a los policías, metiéndose entre sus piernas. También encontraron dinero, discos rígidos, los papeles del Volkswagen Polo que el músico habría usado para fugarse luego de matar, según él mismo dijo, de tres tiros en la cara y uno en el pecho a Cristian Díaz en la madrugada de ayer. Una hornalla estaba encendida en la cocina. Había un tacho de basura con varias jeringas usadas, algunos envoltorios típicos del comercio de pasta base, pero no se encontró ninguna droga ilícita que pueda ser inyectada: se deberá determinar si esas jeringas eran de uso veterinario o si pasaron por las venas de Álvarez. En la parte trasera del departamento encontraron un cachorrito más, muerto hace días.
Horas después, poco antes de la madrugada de hoy, "Pity" se entregaría en la comisaría N°52 envuelto en una campera multicolor, entre cronistas que se agolpaban para escuchar su voz rota. Ahí, el cantante confesó: "Era él o yo".
"Se presentó el imputado", oyó el juez Yadarola poco después de una voz policial.
El titular del Juzgado de Instrucción N°4 esperaba su traslado para indagarlo tras su fichaje. Debería aguardar un poco más: pasadas las 9 de la mañana de hoy, Álvarez se descompensó en la comisaría para ser atendido por el SAME. De vuelta en Tribunales, quedaban dos interrogantes para el juez. Primero, evaluar un pedido de protocolo para contener un posible síndrome de abstinencia. Después, lo que determinaría si "Pity" es condenado por matar o no: evaluar si efectivamente es inimputable.
Ahora, Yadarola ordenará estudios psicofísicos para "Pity" al Cuerpo Médico Forense o al programa psiquiátrico Prisma del Servicio Penitenciario Federal en la cárcel de Ezeiza para analizar el estado del músico. Por lo pronto, la calificación en su contra, según aseguran fuentes cercanas al expediente a Infobae, es de homicidio agravado por el uso de arma: el agravante por alevosía no se encuentra en los cálculos.
Sebastián Queijeiro, abogado de Álvarez, no se había constituido como su defensor en el Juzgado N°4 hasta mediados de esta mañana.
Por otra parte, el juez ya ordenó pedir la ficha de reincidencia de Cristian Díaz, la víctima del hecho, para determinar la hipótesis de una transa de droga que terminó en muerte. No se le encontró droga a su cadáver.