Con el desparpajo que suele caracterizar a los mitómanos, a sabiendas de que su mentira puede ser descubierta, el Gobernador se puso como ejemplo, junto a su hermano, de dirigente sobresaliente del país.
El mandatario de San Luis salió muy suelto de cuerpo a compararse con el resto de los gobernantes del país y en especial con el Presidente al señalar: “Ellos hacen las cosas de una manera y nosotros de otra, y a nosotros nos va mejor que a ellos. Sabemos como hacer las cosas”.
La frase de Alberto, incompleta y maliciosamente tendenciosa esconde algunas verdades que están a la vista de todos. Lo que Rodríguez Saá debió contar es que desde que él gobierna San Luis perdió más de 10 mil puestos de trabajo, que debió entregar 80 mil planes sociales para ganar una elección a esfuerzo de amenazas, que durante su presente gestión la droga es un flagelo que golpea a toda la provincia.
Respecto a este punto, el caso más resonante de la semana lo planteó la Iglesia Católica cuando dos sacerdotes reconocieron que la droga en los jóvenes es un tema que les preocupa y ven como se incrementa a diario en los barrios. En ese sentido Claudio Poggi reclamó políticas urgentes sobre el tema, al tiempo que destacó acciones educativas y deportivas para salir dela grave crisis de consumo y venta en la población más joven.
Cuando el mandatario dice que “sabe” como hacer las cosas miente y esconde que la inseguridad es un gravísimo problema en todo San Luis que la educación no está en su agenda de trabajo al igual que los emprendedores, el deporte y la salud.
Con los índices más adversos, habiendo duplicado la desocupación, entregando planes que están por debajo de la línea de indigencia, siendo el generador de la pobreza en la provincia. Así y todo, Alberto se muestra como ejemplo, seguramente es ejemplo, pero de lo que no hay que hacer en un gobierno