Las malformaciones del corazón, producidas durante la vida fetal, están consideradas como el defecto congénito más común del mundo.
Más de 7.000 bebés nacen por año en la Argentina con alguna cardiopatía congénita, que los vuelve propensos a sufrir complicaciones como bronquiolitis o neumonía, alertaron especialistas, que llamaron a los padres a estar atentos a los síntomas para detectar esa alteración a tiempo.
Esa afección, que debilita el sistema cardiopulmonar de los bebés, los expone a contraer severas infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratorio (VSR), virus influenza, neumococo, bordetellapertussis y otros agentes infecciosos que afectan a la población general y que se manifiestan a través de una neumonía o bronquiolitis.
Es por eso que los bebés con problemas del corazón requieren más del doble de internaciones que las habituales por su afección cardíaca.
La también responsable del área médica del Centro Coordinador de Cardiopatías Congénitas enfatizó que los niños cardiópatas "poseen una condición de base como la insuficiencia cardíaca o la hipoxemia crónica, que los hace más vulnerables a las infecciones respiratorias”.
“Es fundamental la prevención sobre todo en niños con factores de riesgo, donde una bronquiolitis puede generar internaciones más prolongadas, requerimientos de asistencia respiratoria mecánica por más tiempo o secuelas pulmonares crónicas”, destacó.