Un puntano hizo cumbre en el Himalaya: “No puedo explicar lo que lloré”

Luego de la hazaña de convertirse en el primer puntano en hacer pico en uno de los cerros más importantes del Himalaya, Gabriel Guillar dialogó con el medio especializado en la materia, Alpinismo On Line Magazine, y dejó sus sensaciones tras llegar a la cima del Manaslu.

“En lo personal tenía mucha hambre de gloria, muchas ganas de subir y terminar con este sueño que me tenía bastante ansioso. En el tramo del ascenso, sobre todo entre el campo 1 y 2, que es la parte más técnica, sentíamos permanentemente las avalanchas y caídas de bloques de hielo. Yo no tengo mucha experiencia en estas montañas del Himalaya, pero puedo decir que había un par de sectores que eran bastante jugados, había que cruzar bastantes grietas, muchos tramos de jumar y rapeles. Lugares bastante empinados con bloques de hielo, con desniveles de 70 u 80 grados con unos cien metros de altura”, explicó Guillar.

Esta situación hizo que el recorrido deba llevarse a cabo con el mayor de los recaudos: “El riesgo se sentía en todo momento. El peligro se percibía, como que en lo personal durante toda la actividad estaba bastante concentrado, expectante y sin distraerme para minimizar esos riesgos, pero en mi cabeza y en mi corazón tenía la convicción que iba a lograrlo, a pesar de todo”, prosiguió.

Sobre al sensación de llegar a la cima, Guillar aseguró: “Cuando llegue a la cumbre no puedo explicar la cantidad de tiempo que llore. No solo en la cumbre sino bajando, en todos los campamentos, al día siguiente, no podía parar de estar emocionado, de desahogarme. Cuando hice cumbre puedo asegurar que no tenía forma de hablar con nadie, porque agarré mi satelital, marqué el número y cuando me atendió mi hija y mis viejos, no podía decirles nada, porque no paraba de llorar.

Finalmente, el puntano dejó un mensaje para todos aquellos que desean animarse a un desafío tan importante: “Hay que tener mucha perseverancia, constancia, soñar a lo grande, siempre y hacer todas las cosas con amor y mucha alegría. Me parece que esa es la clave para lograr grandes cosas. Todos los imposibles los tenes en la cabeza y muchas veces no nos animamos a soñar a lo grande porque tememos al fracaso.

Fuente

DEJA TU COMENTARIO