El dato se desprende del Presupuesto para el año próximo enviado a la legislatura provincial, Adolfo y Alberto delinearon juntos las partidas destinadas para los distintos rubros que componen el organigrama de gastos e inversiones.
Los fríos números no dejan lugar a las dudas ni a los falsos anuncios de campaña, el aparente interés por la salud es sólo una profesión de mala fé de Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. De acuerdo al presupuesto para el 2018, el capítulo de los suministros consumibles para el funcionamiento de los entes estatales, incluidos los que se destinan a conservación y reparación de bienes de capital es muy claro.
Según el nomenclador, se incluyen dentro de este concepto los gastos vinculados a los alimentos para personas, elementos de limpieza, útiles de escritorio, utensilios de cocina, repuestos y accesorios, útiles menores médicos, quirúrgicos y de laboratorio, etcétera. Los bienes de consumo proyectados para el Hospital de San Luis, de Villa Mercedes, de Merlo y la Maternidad Provincial son de $ 5.044.000, $ 3.330.600, $ 1.131.220 y $ 2.062.000 respectivamente.
De esta manera los caballos del Centro de Actividades Hípicas estarán mejor atendidos que los pacientes de dichos nosocomios en tanto que prevén partidas de bienes de consumo por $ 3.000.000. Incluso, la inversión en los bienes de consumo (pinturas y pinceles) por $ 4.000.000 destinados al embellecimiento de los bienes del Estado bajo el Proyecto “Pinta bien, pinta San Luis” es mayor a la de dichos hospitales.