Turquía es el país con más periodistas encarcelados de todo el mundo. Ahora el escritor de nacionalidad sueco-turca Hamza Yalçin se encuentra en prisión preventiva en España por orden de Erdogan.
“La situación es muy grave, terrible y preocupante. Estoy convencida de que el régimen totalitario en Turquía se extenderá inevitablemente también en toda Europa”.
En menos de un año, estas palabras de la escritora Asli Erdogan se han convertido en una desagradable realidad. La autora, que fue encarcelada en Turquía en agosto de ese mismo año bajo la acusación de pertenecer a un grupo terrorista y de incitar a la violencia, las escribió en un comunicado para la prensa y el mundo editorial.
A través de su experiencia, Asli quería desvelar las injusticias, la censura y la violencia a la que decenas de escritores y periodistas se están enfrentando en su país desde que el fallido golpe de estado contra Recep Tayyip Erdogan tuviera lugar.
Lo que además pedía Asli Erdogan —liberada en junio de 2017 gracias, en parte, a la repercusión internacional de su caso—, era que Europa no cerrara los ojos a la realidad turca. Que estuviera en guardia porque de lo contrario terminaría por contagiarse.
Y, desafortunadamente, los hechos acontecidos esta semana en España demuestran que la autora de Le silence même n’est plus à toi (Actes Sud) tenía mucha razón.
Aunque la noticia no se ha dado a conocer hasta este martes, fue el pasado 3 de agosto cuando el escritor y periodista de nacionalidad turco-sueca Hamza Yalçin fue detenido en el control de pasaportes del aeropuerto de El Prat en Barcelona. Según han declarado fuentes policiales, la alarma del sistema informático saltó durante el control debido a una orden de busca y captura proveniente de Interpol. Tras su detención, Yalçin fue entregado al juez de guardia de El Prat y más tarde trasladado a la Audiencia Nacional.
Hamza Yalçin se encuentra desde entonces en prisión y a la espera de que se apruebe su extradición a Turquía, algo que para la delegación sueca de la organización de escritores PEN International sería absolutamente fatal. En palabras de su presidenta, Elisabeth Åsbrink, para la agencia TT: “Turquía y el presidente Erdogan muestran una total falta de respeto por los ciudadanos de la Unión Europea. Suecia debe hacer todo lo posible para asegurar su liberación”.
Además de PEN International, desde Reporteros Sin Fronteras (Suecia) han lanzado un comunicado criticando la acción del gobierno de España, acusándole de colaborar con los intentos de silenciar las críticas contra el régimen turco. Para ellos, de hecho, esta detención sólo es otro intento machacar la libertad de expresión de un escritor que además lleva sin pisar suelo turco desde hace casi 20 años.
En unas declaraciones para la agencia Efe, el también escritor Kurdo Baski asegura que Yalçin nunca ha tenido relación con grupos violentos, y que es imposible que alguien que no ha estado en Turquía desde 1998 pueda estar planeando acto terrorista alguno. Para Baski, el objetivo del gobierno de Erdogan es que sus críticos exiliados ni siquiera puedan circular libremente por Europa.
Ante estos reclamos, desde el ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia se ha pedido a España permiso para ponerse en contacto con el detenido y la ministra Margot Wallström ha asegurado que hará todo lo posible por clarificar los hechos. Desde ahora, las autoridades españolas disponen de poco más de un mes para tomar la decisión de devolver a Hamza Yalçin al país escandinavo en el que vive exiliado desde 1984 o, por el contrario, entregarlo a un régimen totalitario del que se han vuelto cómplices, en el caso de que este formalice la extradición.