La ciencia es clara y contundente: el cuerpo necesita de agua y alimento. Sin embargo, una pareja elige ir contra la corriente. O al menos eso dicen. Camila Castello, de 34 años, y su marido Akahi Ricardo, de 36, siguen una filosofía conocida como "respiracionsimo" y, en lugar de comida, se alimentan con energía o, en palabras de ellos, "alimento cósmico".
También conocida como "inedia" o "aerivorismo", la práctica consiste en limitar al máximo los alimentos ingeridos. La pareja en cuestión asegura que desde 2008 solo come tres veces a la semana y que esas "comidas" solo consisten en una fruta o un pequeño caldo de verduras.
Pese a la prolongada abstinencia, Castello y Ricardo, que viven entre California y Ecuador, dicen que se olvidaron de lo que es sentir hambre. "Los seres humanos pueden fácilmente carecer de alimento, siempre y cuando estén conectados a la energía que existe en todas las cosas a través de la respiración", comentó ella.
Tienen dos hijos: uno de 5 años y otro de 2. Durante su primer embarazo, Castello solo comió en cinco ocasiones y, pese a ello, asegura que los exámenes de sangre le dieron "impecables". Está convencida de que dio a luz a un niño sano gracias a que lo alimentaba "con amor".
La pareja no busca imponer su estilo de vida respiracionista a sus hijos. "Nuestros niños son conscientes del respiracionismo y de la energía que existe en el universo y en sí mismos", dijo Ricardo. Sin embargo, les dan libertad para comer lo que ellos quieran, como pizza o helado.
"Queremos que exploren los diferentes gustos y tengan una relación saludable con los alimentos a medida que crecen. Sería injusto imponer el respiracionismo a nuestros hijos ahora, pero tal vez, a medida que crezcan, se interesen en nuestras prácticas", continuó el hombre, que remarcó: "Hay una libertad que viene con no estar unido o dependiente de la comida".
Por cuestiones obvias, el costo de vida de la familia es mucho más bajo que el promedio. Ese dinero, dicen, lo utilizan para viajar por el mundo y en "otras cosas que realmente importan". Su supuesto rechazo a la comida da paso a "comprender el alimento cósmico y vivir sin límites".
El caso de la pareja reabrió un debate en torno al respiracionismo. Cabe destacar la unanimidad de los organismos de salud internacionales en la importancia de tener una dieta sana y equilibrada para gozar de una buena salud. Dee Dawson, experta en trastornos de alimentación, le dijo a The Guardian: "El respiracionismo es un fraude, pero los alcahuetes pueden engañarse".
La especialista comparó a los respiracionistas con quienes buscan bajar de peso. Dijo que la mayoría de sus pacientes obesos no comprenden por qué no logran perder kilos. Aseguran que no comieron nada, pero cuando revisan su alimentación en la semana se dan cuenta de que cada pequeña colación, que ni consideraron en ese momento, suma más de 2 mil calorías por día.