3 de cada 4 personas morirán a causa el calor para el año 2100. Según un estudio, el 75% de la población mundial estará expuesto a olas de calor mortales antes de que acabe el siglo.
Muy pronto, la expresión “me muero de calor”, podría ser inquietante realista. O al menos así lo indica un estudio publicado en la revista Nature, que sugiere que las muertes por altas temperaturas crecerán hasta niveles insospechados en los próximos años.
La investigación muestra que el riesgo de enfermedades y muertes relacionadas con el calor no ha hecho más que aumentar desde 1980. ¿El culpable? El cambio climático, por supuesto. Actualmente, el 30% de la población mundial está expuesta a olas de calor potencialmente mortales al menos 20 días al año. Una situación que podría aumentar hasta el 75% en 2100 si no se pone remedio al aumento de las temperaturas. Eso supondría que 3 de cada 4 personas en planeta podrían morir por el calor en menos de 100 años. Y lo que es peor, aunque consiguiéramos reducir el CO2 de la atmósfera, 1 de cada 2 personas seguirían estando en riesgo de morir antes de acabar el siglo.
El estudio, dirigido por Camilo Mora, profesor de la Universidad de Hawái, examinó más de 30.000 publicaciones para encontrar 1.949 casos de estudio de ciudades que habían sufrido muertes debido a olas de calor letales. Nueva York, Washington DC, Los Ángeles, Toronto, Londres, Tokyo o Sydney fueron algunas de las ciudades elegidas.
Según la investigación, los habitantes que viven en las zonas tropicales, más húmedas y con altas temperaturas, son los más susceptibles a sufrir olas de calor mortales. Sin embargo, incluso temperaturas moderadas de menos de 30 grados combinadas con humedad muy alta pueden llegar a ser mortales para el ser humano.
Para los científicos, la solución pasaría por incluir medidas de adaptación al calor extremo, consumir menos, emitir menos cantidad de CO2 y gases de efecto invernadero a la atmósfera y plantar más árboles que refresquen las zonas más calientes.