El vídeo de un doble atropello mortal en China ante el que nadie reacciona causa conmoción en las redes. Al principio cuesta entender lo que está pasando. Las imágenes de una cámara de seguridad muestran a una mujer que camina por un paso de cebra. No parece prestar atención a los coches que pasan. Tras un par de segundos, la extrañeza se multiplica al ver que la mujer se detiene en mitad de la calzada y baja la cabeza, acercando su barbilla al pecho. Se diría que tiene los ojos cerrados. Se diría, también, que estuviera esperando al impacto. Y el impacto llega.
Un primer vehículo que parece un taxi la arrolla. La mujer queda tendida en el asfalto en perpendicular al sentido del tráfico. El coche implicado en el atropello sigue su camino como si nada. Las personas que han sido testigos del incidente esperan a ambos lados de la calle sin inmutarse, como si nada hubiera pasado.
A partir de ahí empiezan a contar los 55 segundos más incómodos, y hasta dolorosos, que vas a ver en mucho tiempo.
La mujer permanece tendida en mitad del asfalto, completamente inmóvil. Ninguno de los transeúntes presentes en la escena hace ningún gesto extraño. Nadie intenta acercarse a la víctima y nadie hace nada para el tráfico.
Decenas de coches pasan a su lado, e incluso la esquivan, sin hacer ademán de pararse. El semáforo se pone rojo para los vehículos y varias personas caminan junto al cuerpo de la atropellada como si nada, casi sin mirarla.
El semáforo se abre y vuelven los coches. La mujer logra levantar la cabeza durante un instante mínimo, pero su tronco permanece inmóvil, pegado al asfalto. Nadie hace ningún esfuerzo por ir a socorrerla. Tras varios segundos, un todoterreno gris la arrolla de nuevo. Las ruedas revientan su cuerpo.
El vídeo, subido a internet el pasado miércoles, ha sido visto más de 30 millones de veces. En la red social Weibo, el Twitter oriental, el post original ha sido compartido más de 70.000 veces y ha generado cerca de 90.000 comentarios. Y todo el mundo se hace las mismas preguntas:
¿Cómo puede ser que ninguna de las personas presentes ese día en ese rincón de China se inmute ante una escena semejante?¿Qué está pasando para que una sociedad reaccione con esa brutal indiferencia y frialdad ante la desgracia, el dolor o el peligro ajeno?
Según The New York Times, el incidente tuvo lugar el pasado 21 de abril en Zhumadian, una ciudad-prefectura localizada en el sur de la provincia de Henan en la que viven más de 7 millones de personas. Y la respuesta a las preguntas de arriba parece ser una tremenda desconfianza que tiene que ver con un problema legal.
La desconfianza que deshumaniza a los chinos
Dali L. Yang, profesor del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Chicago que ha investigado sobre la relación entre la confianza política y la confianza social en China, explica al diario estadounidense que en el país asiático muchas personas recelan de prestar ayuda a otras porque temen que se trate de una estafa.