A tres semanas de que el Sumo Pontícife visite el país, al menos 45 personas murieron y 138 resultaron heridas en dos atentados contra iglesias cristianas en Egipto.
Al menos 45 personas murieron y 78 resultaron heridas en dos atentados contra iglesias cristianas en Egipto. El primer ataque se perpetró dentro de una iglesia en la ciudad egipcia de Tanta, a 120 kilómetros al norte de El Cairo, donde el saldo parcial de víctimas ascendía a 27 personas muertas y 78 heridos, según información oficial.
Poco después, otro atentado contra la catedral de San Marcos, en la ciudad costera de Alejandría, causó la muerte a otras 18 personas y heridas a 60, según indicó el Ministerio de Sanidad egipcio en un comunicado.
Los ataques se dan a tan sólo 20 días de que el papa Francisco realice una visita al país.
El atentado en Tanta
La explosión sorprendió a los fieles dentro del templo de Mar Guergues (San Jorge, en árabe) que participaban de las celebraciones del Domingo de Ramos, que marca el comienzo de la Semana Santa.
El portavoz del ministerio de Sanidad, Jaled Mugahed, declaró a la televisión estatal egipcia, que los hospitales de Tanta han recibido, hasta el momento 21 cadáveres, y 59 heridos, mientras que el primer ministro egipcio, Sherif Ismael, condenó lo ocurrido y mostró la determinación del gobierno de acabar con el extremismo en el país.
"Se trata de un acto terrorista impío, pero erradicaremos el terrorismo de Egipto y tenemos la determinación para acabar con los grupos terroristas", dijo el primer ministro.
Horas después del ataque, cientos de personas se concentraron frente al templo atacado en Tanta, para mostrar su solidaridad con las víctimas del atentado.
Varios fieles golpean las puertas cerradas del templo, que los responsables entreabren en alguna ocasión, dejando salir un intenso e irrespirable olor a sangre.
En varias páginas web cristianas se difundieron fotos del interior de la iglesia donde se pueden ver los cadáveres de los fieles amontonados junto a los restos de los bancos de madera, y salpicaduras de sangre en los muros del templo.