El ruido de los coches, el pitido constante de los conductores cabreados y el humo contaminante de los tubos de escape que no te deja respirar y se cuela por cada rincón de tu casa. ¿Y si además de todos esos contras te dijéramos que tienes hasta un 7% más de riesgo de padecer demencia a lo largo de tu vida?
A esa conclusión ha llegado un informe exhaustivo llevado a cabo por el ministerio de salud pública de Ontario, Canadá. El estudio se encargó de analizar los informes médicos de 6 millones de adultos en los últimos 11 años. Entre 2002 y 2012, hubo 243.611 casos de demencia diagnosticados y, sorprendentemente, los riesgos eran mayores entre aquellos que vivían más cerca de grandes carreteras.
A menos de 50 metros, los casos aumentan un 7%. A una distancia de entre 50 y 100 metros, la incidencia baja al 4%. Entre los 100 a los 200 metros vuelve a bajar hasta un 2%. Y más allá de 300 metros de distancia la diferencia no es significativa respecto al resto de la población.
¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la relación entre vivir cerca de una vía con mucho tráfico y un mayor riesgo de demencia?
Para el Doctor Hong Chen, uno de los autores del estudio, es necesaria “más investigación para comprender esta unión. Particularmente, hay que investigar los efectos del tráfico como son polución del aire y ruido”.
Sin embargo, los investigadores creen que las partículas más finas de la contaminación y s ustancias como el dióxido de nitrógeno pueden estar detrás de las enfermedades que provocan demencia. No es la primera vez que se relaciona la demencia, el alzheimer y otras enfermedades degenerativas con la contaminación del aire pero aún se necesitarán más estudios para establecer conclusiones acerca de una mayor incidencia de este factor sobre otros, como son el tabaco, el sobrepeso o la falta de ejercicio.
Y en un mundo donde cada vez más personas vivimos en las grandes ciudades nuestra exposición al tráfico cada vez es mayor, investigaciones como estas se antojan más que importantes.