Rodríguez Saá cierra el año con un 60% de imagen negativa, para revertirlo armó un operativo mediático en torno a la figura del Papa, pero no le resultó.
Desde el gobierno salieron a decir que Francisco invitó a Alberto al Vaticano, pero en realidad le pagaron a un operador político. Después que el Papa se iba a sacar una foto y al final mostraron unan nota dirigida, en general, a todos los participantes.
El Gobernador llamó "hermanos " a los sirios pero desprecia a los "hermanos" argentinos. Con esa doble moral se presentó ante los alcaldes reunidos a fin de atender la problemática de los refugiados.
Rodríguez Saá entendió que la buena imagen de Francisco iba a ayudar a cambiar su mala imagen entre los sanluiseños. A un año de haber sumido el tercer mandato las políticas implementadas generaron desempleo, exclusión y persecución. Es por eso que ante la posibilidad de comprar la invitación a un operador político que lo acompañó durante las jornadas en Italia, Alberto accedió a fin de mostrarse solidario y compasivo. Otra vez nadie le creyó.