Lo depositará en la cuenta sueldo de los empleados, los intendentes quedan afuera de cualquier injerencia y Alberto se transforma en una especie de "Superintendente". Manejará datos sensibles de cada comuna como el padrón de trabajadores.
La pelea por la autonomía municipal fue durante décadas uno de los principales bastiones de la oposición, hoy Rodríguez Saá está dispuesto a dar un salto político y evadir la figura de los intendentes. Con Enrique Ponce como aliado, su padre Carlos Ponce fue el principal referente de la lucha por la autonomía, Alberto avanza con su plan político de negociar directamente con los empleados comunales de toda la provincia.
Obras municipales con fondos provinciales y el silencio cómplice de los intendentes que aceptan sobreprecios en la obra pública, el caso de la ciudad de San Luis es el más serio ya que el convenio para asfaltar 250 cuadras se hizo a razón de $ 400 mil por cuadra, cuando el propio Ponce podía hacerlo, según sus discursos de años anteriores, por mucho menos de la mitad. Ahora el Gobernador saca de la cancha a los intendentes y se calza el traje de Papá Noel, siempre con fondos públicos provenientes de coparticipación y del tributo de todos los sanluiseños.
El anuncio de depositar en la cuenta de los trabajadores municipales $ 2500 en concepto de "Bono de Fin de Año" sin la intervención de los jefes comunales "para evitar desvíos", dijo al mandatario provincial, forma parte de una estrategia política para quedarse con los padrones municipales y recuperar terreno en la imagen pública que lo mantiene preocupado a raíz de su escasa imagen positiva y la, por ahora, inmaculada imagen que Poggi tiene en la opinión pública.