Gonzalo Pollo hizo pública una carta al Gobernador, esperaba la entrega de su vivienda pero por no ser de San Luis, a pesar de estar al día en las cuotas y de vivir desde muy pequeño en la provincia, le quitaron el sueño que compartía con su familia.
Gonzalo expresa en la misiva que junto con su esposa visitaron durante más de un año la que iba a ser la casa donde crecerían sus hijos y pasarían el resto de sus vidas. La inexplicable persecución a las personas que nacieron en otras provincias, pero que eligieron esta tierras para echar raíces, los despojó de una enorme ilusión.
"Me permito molestar su atención", dice la primera frase de la carta dirigida a Alberto Rodríguez Saá. "Soy Gonzalo Pollo adjudicatario de la vivienda Progreso manzana 145, casa 4, firmado por el Gobernador anterior, electo por el pueblo…para bien o para mal. Desconocido por todos en este momento pero en el que el pueblo confió con su voto ya que venía de la mano de su propio partido", prosiguió.
"Sin inmiscuirme en cuestiones políticas, ya que mi día a día es trabajar para la subsistencia de mi familia, compuesta por mi esposa y el bebé que viene en camino, el cual ha sido el motivo que me provoca escribirle esta carta abierta, no solo a usted sino a toda la provincia de San Luis, porque no cuento con más bienes que ellos dos, y la cultura del trabajo y la ética como única herencia de mi familia, y con la necesidad de mi casa propia, ya que de otra forma con esta realidad no puedo.
Hoy quiero hacerle llegar a usted y a los superiores de vivienda mi profundo dolor, al enterarme que después de cinco años de pago puntual y de juntar hasta los últimos centavos para el pago de la ilusión de mi casa propia, y de cumplir absolutamente con todos los requisitos solicitados para acceder a ella, me confirman que en el día de la fecha he sido desadjudicado de la misma como a otras personas denominándolas "arraigados", y que me podrán en una lista de espera para recibir alguna de las futuras casas a desalojar de las ya entregadas, ya que no somos nacidos ni mi esposa ni yo en la provincia de San Luis.
Yo me pregunto, si por búsqueda de un mejor futuro para sus hijos, mis padres quienes me trajeron siendo menor de edad con tan solo 5 años a esta provincia, he de sentirme ajeno en donde consideré desde que tengo uso de razón, mi casa, porque yo no tuve la opción de nacer aquí…Así como tampoco mi esposa, quien también vino con su familia al año de vida, creyendo que este era nuestro hogar hoy nos sentimos tremendamente decepcionados porque toda nuestras vidas en las escuelas fuimos bien recibidos y en los trabajos también, jamás el pueblo nos discriminó por nacer en otra ciudad de una forma fortuita.
También me pregunto al mismo tiempo, si hoy a los arraigados, no nos corresponde la casa que visitamos tantas veces viéndola crecer porque no nacimos en esta provincia, tampoco nos corresponde abonar los impuestos?, como tampoco votar… aunque de pagar no nos hemos salvado, ni nuestros padres desde que se vinieron, ni nosotros hoy.
Sin otro particular, apelo a su buen corazón, ruego téngase en cuenta nuestros derechos constitucionales, y cumpla con el decreto sin diferencia de raza, color, religión o proveniencia".