Crean el arroz dorado, un producto que acabaría con la desnutrición

El denominado arroz dorado, por su color amarillo chillón, posee granos que concentran una gran cantidad de betacarotenos que pueden ser capaces de frenar la deficiencia de vitamina A en 2018.

Lo han descubierto los científicos del Instituto de Investigación del Arroz de Bangladesh. Y es un logro muy esperado: desde 1999 se estaba buscando el arroz perfecto para solucionar esta pata importante de la malnutrición.

Esta problemática suele cebarse con niños y embarazadas que tienen una dieta pobre basada en el arroz, sin vitamina A en su estado natural. Como consecuencia, cada año mueren 6.7 millones de niños y 3.5 se quedan ciegos.

Casos como este encienden el debate sobre los beneficios de los productos genéticamente modificados. ¿Es suficiente justificación intervenir en la naturaleza para evitar millones de muertes?

Para las comunidades contrarias a los transgénicos la respuesta es que no. Según ellos, el arroz dorado es un mito más que un milagro que provocará una crisis nutricional aún mayor si se apuesta por los monocultivos exclusivos de este cereal. Así, el remedio sería peor que la enfermedad: el gen puede mutar peligrosamente, puede acabar destruyendo un ecosistema entero, pueden causar alergias inesperadas o incluso perder la cualidad que los hacía beneficiosos con el paso del tiempo.

Patrick Moore, cofundador de Greenpeace, está a favor del arroz dorado. Sin embargo, es la excepción dentro de la organización ambientalista, que (casi) en su totalidad se muestra contraria al transgénico.

La primera cosecha del arroz dorado modificado con genes del maíz ha dado unos resultados muy positivos. Un ración es suficiente para satisfacer las mitad necesidades nutricionales de vitamina A diaria para una persona.

Otro punto a favor del descubrimiento es que se ha conseguido un arroz muy resistente incluso en la temporada más seca. Además, los inventores afirman que el arroz dorado tendrá el mismo precio de mercado que cualquier otro arroz y que los campesinos podrán plantar este arroz tanto como quieran sin pagar licencias.

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