En la Universidad de Washington, desde 2015 a 2016, se trataron 15 pacientes con lesiones causadas por explosiones en cigarrillos electrónicos. El motivo radicó en el componente perjudicial de la batería hecha de iones de litio. Se pesnaron que eran una excepción, pero en los últimos años al menos se provocaron otros 25 incidentes sólo en los Estados Unidos.
Los cigarrillos electrónicos ganaron un lugar de relevancia en los últimos tiempos. Principalmente, entre aquellos fumadores compulsivos, se lo consideró como una puerta de salida a una de los vicios más perjudiciales para la salud. Los conocidos como E-cigarrillos comparten un diseño básico: sus componentes esenciales incluyen un generador de aerosol, un sensor de flujo y una batería.
Hasta el momento, se creía que los cigarrillos electrónicos eran menos dañinos que los tradicionales. Por eso, emergían como una solución para aquellos que no podían desistir del vicio. Ahora, un informe realizado por el Centro Médico de la Universidad de Washington -publicado en The New England Journal of Medicine-, pone en el centro de la polémica a los dispositivos.
En la actualidad, se calcula que existen 250 marcas de cigarrillos electrónicos diferentes en el mercado. Los E-cigarrillos son dispositivos que no generan humo, sino que despiden vapor producto de las sustancias químicas que lo componen. Según los especialistas, muchos de sus usuarios no comprenden el riesgo de la "fuga térmica", mediante la cual el sobrecalentamiento de la batería interna provoca un incendio o explosión.
Las lesiones por explosión de cigarrillos electrónicos, en los pacientes tratados por el centro médico de Washington, arrojó que el 80% de ellos tenían daños ocasionados por la llama y un 33%, por quemaduras químicas. De acuerdo al relevamiento, las zonas del cuerpo humano más comprometidas debido al cigarrillo electrónico fueron la cara (20%), las manos (33%) y el muslo o la ingle (53%).
Las quemaduras no solo presentan un perjuicio que implica a lo estético, sino que repercuten en daños más severos vinculados a lo funcional. Por ejemplo, algunos pacientes han perdido dientes producto de las explosiones y gran parte del tejido blando, lo que requiere una operación quirúrgica para cerrar esos tejidos defectuosos.
"Las lesiones por quemaduras de la llama demandaron un extenso cuidado de la herida e injerto de piel. La exposición a los productos químicos alcalinos liberados de la explosión de la batería causaron quemaduras en la piel por sustancias químicas que requieren una atención minuciosa", detalló el cuerpo médico de la universidad.
Además, agregaron: "Sospechamos que con el creciente uso de los cigarrillos electrónicos, muchos hospitales de todo el país van a ver un aumento en las lesiones relacionadas con explosiones. Estos pacientes a menudo requieren atención multidisciplinaria compleja que incluye servicios de medicina de emergencia, cirujanos plásticos, consejeros vocacionales y atención psicológica, lo que implica un fuerte esfuerzo en salud pública".
Los e-cigarrillos continúan sin regulación en la mayor parte del mundo. En los últimos tiempos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) había avanzado con decisión en un marco regulatorio. A pesar de que la FDA extendió su alcance pasando a cubrir todos los productos vinculados al tabaco, incluidos los electrónicos, aún permanecen exentas las baterías implicadas.
A pesar de que estas explosiones representaban hechos aislados, las lesiones entre los 15 pacientes de la institución reflejaron una alarma y agudizaron el pedido de una mayor regulación de su consumo, en términos de problemas de salud pública. "Mientras tanto, los usuarios de cigarrillos electrónicos y proveedores de salud deben ser conscientes del riesgo de explosión asociado a los cigarrillos electrónicos", alertaron los autores del informe.