A pedido de su hijo, "Albertito", el Gobernador accedió a triplicar los gastos hípicos el año entrante y lo incluyó en el proyecto de presupuesto. Nos costará a los puntanos más de un millón de pesos por mes.
Esta iniciativa, insólita, del Alberto y Alberto II (el hijo, que es secretario general de la Gobernación pero prefiere que lo llamen así), no está vinculada a la escuela de equitación especializada en equinoterapia. Justamente todo lo contrario, la escuela tiene pocos animales, de muy bajo costo de mantenimiento, y cuenta con algunos profesionales y pasantes; por lo que pocos fondos se destinan a ella.
Todos los fondos se lo lleva la gran estructura armada en la comitiva provincial que participa de torneos de saltos hípicos en todo el país.
Mas allá que esa competencia de salto no deja ni aporta nada a la provincia y hasta pasa inadvertida, lo alarmante es que se han triplicado los fondos que se destinarán a los onerosos viáticos, gastos de traslado y alojamiento de la comitiva, inscripciones en concursos, alimentos, traslados, guarda y cuidados de los animales, entre otros.
De esta manera, de un presupuesto para el año en curso de $ 4.660.800 se prevé gastar en el año 2017 la suma de $ 13.111.038. Un crecimiento muy por encima de la inflación que no encuentra justificativo alguno, más que saciar los caprichos de un grupo selecto de amigos encabezado por un funcionario influyente y de muy alto rango en el Gobierno de Alberto.
Una distracción y hobby de unos pocos que lo pagamos entre todos.