En el pesaje previo a la velada de UFC 200, Miesha Tate tuvo problemas para dar el peso correcto. Ante la necesidad, se quitó toda la ropa para poder pelear.
Miesha Tate, luchadora de UFC y actual campeona de la categoría peso gallo, se tuvo que desvestir por completo y quedar como Dios la trajo al mundo para poder pasar la prueba de pesaje en la balanza.
El pesaje previo a la velada de UFC 200, Tate tuvo problemas para dar el peso correcto para poder pelear contra la brasileña Amanda Nunes. Por ello, la luchadora decidió, con la ayuda de sus asistentes, quitarse toda su ropa para lograr el peso que le diera la autorización para pelear.