Pese a que fue solicitado públicamente por la Cámara Industrial ante el ahogo financiero que sufren las empresas, el Gobernador no reducirá los gravámenes que pagan a la provincia.
En los últimos días y ante el creciente número de despidos, los empresarios nucleados en la Cámara habían adelantado que le solicitarían una audiencia a Rodríguez Saá a fin de pedirle una ayuda que descomprima la acuciante situación económica, la solicitud giraba en torno a una merma en los impuestos.
La respuesta pública del mandatario fue contraria al pedido de los empresarios y dijo que "dictará una ley provincial prohibiendo los despidos", en el medio se olvidó que él no dicta leyes sino que las promulga y que en todo caso deberá enviar un proyecto para que sea discutido en el parlamente. Tal vez la costumbre de usar a la legislatura como escribanía esta vez le jugó una mala pasada en sus declaraciones.