La exmandataria utilizó su página web para desmentir un vínculo con el juez federal y aprovechó para cargar contra Macri.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se defendió y cargó contra el mandatario Mauricio Macri por los Panamá Papers a través de su cuenta de Twitter. Allí negó que exista un vínculo con el juez Sebastián Casanello.
"Ante la publicación en algunos medios de difusión sobre: “reuniones secretas” realizadas, durante mi gestión, en la residencia de Olivos con algún miembro del Poder Judicial, considero un deber y por lo tanto una responsabilidad institucional comunicar", así arrancó la exmandataria su descargo de 8 puntos.
En cuanto a la presunta serie de encuentros que habría mantenido con el juez Casannelo dijo: "Nunca hubo “reuniones secretas” durante mi gestión con miembros del Poder Judicial, ni en la residencia de Olivos, ni en ninguna otra parte".
"Las únicas reuniones que mantuve en la Jefatura de Gabinete de Olivos, con miembros del Poder Judicial no fueron secretas (por otra parte algo casi imposible en la Argentina), y se realizaron, únicamente, con miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación", agregó Cristina Kirchner.
Durante el mismo descargo, la expresidenta recordó a quienes sostiene que nunca se recibió de abogada y agregó "que alguien o algunos letrados, como estrategia de defensa judicial, pretendan vincularme con un juez de Comodoro Py, es absolutamente inaceptable. Sobre todo cuando el juez es, nada menos que el Dr Casanello. Sí, el mismo que absolvió a Mauricio Macri".
"¿Alguien puede siquiera imaginar que hubiera ocurrido en el Congreso Nacional, si “Panamá Papers” hubiera ocurrido durante mi gestión. Y los protagonistas hubiéramos sido mi gobierno, mi familia y mis amigos?", irnonizó la exjefa de Estado.
Para finalizar, Cristina denunció: "He sido, soy y seguiré siendo objeto de la más feroz campaña de persecución política mediática y judicial, de la que se tenga memoria en las últimas década. Solo comparable a la que sufrieron otros Presidentes, comprometidos con el bienestar del pueblo".
"No me quejo. Sé que es el precio que tenemos que pagar “los que le hicimos creer” a la gran mayoría de los argentinos que tenían derecho a vivir mejor", concluyó.