Uno de los grandes misterios de la arqueología está a punto de llegar a su desenlace. De acuerdo a las autoridades egipcias, los primeros análisis realizados en la tumba del faraón Tutankamón en Luxor, al norte de Africa, indican que existe un espacio que “podría ser una cámara vacía”, donde según algunas estimaciones, se encontraría la estancia de la legendaria reina Nefertiti. Apuntan que hay “un 90% de posibilidades” de que sea cierto.
La afirmación la efectuó el ministro de Antigüedades, Mamdouh Al Damati, quien en una rueda de prensa sostuvo que los resultados del análisis y las exploraciones, realizados entre el jueves y el viernes pasados sobre la base de presunciones de un arqueólogo británico, muestran con “un 90 por ciento (de certeza) la existencia de un vacío detrás del muro norte de la tumba, lo que indica la existencia de un recinto, que todavía no ha sido descubierto”.
La hipótesis sobre la existencia de aposentos secretos fue puesta en circulación en agosto por el arqueólogo Nicholas Reeves. Los datos revelados en las últimas horas generaron una gran expectativa en la comunidad científica, que espera dar con la tumba nunca hallada de la reina Nefertiti. Si se cumplen los pronósticos, el descubrimiento de la última morada de esta reina, sería el hallazgo más importante de este siglo y arrojaría luz sobre lo que sigue siendo un período misterioso de la historia de Egipto.
Según Reeves, la tumba de Nefertiti es una de las posibilidades. Los muros del sepulcro del joven faraón podrían albergar a la reina Meritatón, hija y mujer de Akenatón, al padre de Tutankamón o incluso a la madre de Tutankamón, Kiya.
El jefe de Antigüedades detalló que en un estudio anterior en la tumba de los hijos de Ramsés, el escáner mostró un resultado muy similar al obtenido en la tumba del conocido “faraón niño”, y posteriormente se descubrieron cámaras ocultas detrás de su muro.
Como una maldición esquiva, los egiptólogos nunca lograron dar con la morada de la momia de Nefertiti, una reina de belleza legendaria que ejerció un papel político y religioso fundamental en el siglo XIV a.C. junto con su esposo Akenatón. Este faraón convirtió temporalmente el Antiguo Egipto al monoteísmo, imponiendo el culto exclusivo al Dios del Sol, Atón.
El faraón Tutankamón, perteneció a la dinastía XVIII de Egipto, murió en torno al 1323 a.C. Su tumba intacta, con numerosas joyas como su famosa máscara funeraria de oro, fue descubierta en 1922 en el Valle del los Reyes por el egiptólogo británico Howard Carter. El hallazgo de la cámara de Nefertiti explicaría por qué la tumba de Tutankamón era más pequeña que la de otros faraones y por qué tenía la forma propia de lugares de reposo reservados a las reinas egipcias.