Para unos fue un exorcismo, para otros se trató de una simple oración y hubo quienes lo consideraron como la intromisión de la Iglesia Católica en una escuela pública.
Las diferentes interpretaciones surgieron tras conocerse que un sacerdote acudió a un establecimiento educativo en la ciudad de Crespo, situada a 50 kilómetros de Paraná, porque un niño presentaba cambios en su comportamiento.
El hecho ocurrió el 10 de junio pasado en la Escuela Número 54 Tomás Guido. Ante el llamado de una empleada el cura Juan Carlos Franck llegó y realizó una oración.
"El niño tiene problemas de salud y lo que sucedió es que sufrió una convulsión", explicó la directora de la escuela, Ofelia Hasenauer.
La docente precisó en declaraciones a ElOnce TV que "automáticamente se llamó a la mamá y el chico se fue caminando con ella"-
Según Hasenauer el niño se encuentra bajo tratamiento médico y asiste a periódicas consultas con un neurólogo.
Sin embargo el episodio dio lugar a entredichos. Todo comenzó cuando el alumno se quedó dentro del aula durante un recreo y comenzó a revolcarse por el piso.
Hubo quienes atribuyeron lo sucedido a supuestos trastornos provocados por Charlie Charlie, un juego que se viralizó a través de las redes sociales.
Eso dio lugar para que se convocara de urgencia a Frank, un religioso de 88 años que vive en la parroquia San José.
Y ante la presencia del sacerdote no faltó quien viera en su intervención un supuesto exorcismo.
Esa idea fue avalada por el propio Frank, quien en declaraciones a un cable de Crespo dijo que realizó "una oración de liberación o de exorcismo" y que "bañó" al niño con agua bendita.
Ante la trascendencia que había tomado el hecho, especialmente por las redes sociales, fue la propia Curia la que desmintió al religioso.
A través de un comunicado el Arzobispado de Paraná indicó: "Es importante resaltar que lo que realizó el presbítero fue una bendición y no un exorcismo como trascendió en su momento",
De acuerdo con la versión de la Iglesia Católica, "para llevar a cabo un exorcismo es necesario generar ciertas instancias previas, como la autorización del obispo, estudio y análisis de la persona, y ésta no fue la situación presentada en los medios de comunicación".
La desmentida de la Iglesia no calmó las aguas ni muchos menos. A tal punto que la Dirección Departamental de Escuelas dispuso una investigación sobre lo sucedido.
Fue luego de que el supervisor Roque Santana denunciara lo sucedido y aludiera a la intromisión de la Iglesia Católica en una escuela pública.