En China están sorprendidos y no salen de su asombro. Un cerdo se escapó de una granja y se arrodilló, en posición de rezo, frente a un templo de esa religión. Algunos dicen que es una casualidad, otros hablan del "Cerdo peregrino".
Como en la película "Babe", pero ahora de verdad. Una vez más, un cerdo es quién conmueve al mundo. En este caso, lejos de simpatía, lo que la actitud de este animalito despertó es sorpresa y estupor.
Se escapó de una granja, caminó hasta que llegó a un templo budista y, una vez allí, se arrodilló en posición de rezo. ¿un porcino budista? Al parecer sí. El animal permaneció así durante horas. ¿Pidiendo perdón? ¿Orando? Nadie lo sabe.
Lo que sí está claro es que en China creen en la reencarnación y ya hablan del "cerdo peregrino". El animal sólo atinó a moverse cuando llegaron los monjes e hicieron sus cánticos.
Los más escépticos aseguran que todo se trató de una casualidad. Que el cerdo, simplemente, se fatigó y cayó rendido justo ahí. Otros hablan de milagro.