Exequiel “Changuito” Zeballos vivió un camino lleno de obstáculos desde su irrupción en la primera de Boca Juniors. Tres lesiones graves lo mantuvieron fuera de las canchas durante largos períodos, pero su regreso fue soñado: figura en el triunfo ante River Plate.
El delantero, de 23 años, destacó por su velocidad y coraje, convirtiéndose en símbolo de esfuerzo dentro del plantel. Su entorno y el cuerpo médico del club lo acompañaron en una recuperación que combinó trabajo físico, terapia mental y paciencia.
El propio Zeballos reconoció que hubo momentos en que pensó en dejar el fútbol, pero el apoyo de su familia y compañeros lo hizo continuar. “Volví más fuerte, aprendí a disfrutar cada minuto en la cancha”, expresó tras el partido.
Su actuación ante River lo consolidó como pieza clave para el futuro del equipo y un ejemplo de resiliencia dentro del fútbol argentino.
Boca Juniors planea renovar su contrato y blindar al jugador, convencido de que su madurez deportiva recién comienza.