Sometimiento absoluto de la Justicia: El Vicegobernador al Superior Tribunal

Eduardo Mones Ruiz renunció a su cargo y asumirá en el Superior Tribunal de Justicia. Otra maniobra que busca impunidad para los años venideros.

A poco más de dos años de ser elegido vicegobernador en la fórmula con Alberto Rodriguez Saá, recibió la orden de cambiar de poder del Estado. Una vez más, las elecciones son testimoniales, los personajes como Mones Ruiz ponen el cuerpo a las decisiones escandalosas de la familia gobernante.

Pese a que los denominados medios independientes tratan de instalar una cuestión electoralista detrás de la renuncia y el nombramiento en el máximo órgano de justicia, la jugada es clara, busca más impunidad y sometimiento. El ataque de décadas a la justicia para quitarle toda acción de movilidad libre encuentra en estos últimos años una profundización de la dependencia y el grotesco no tiene límites.

La memoria reciente recuerda los pasos fallidos de Lila Novillo, la entonces magistrada del Superior Tribunal renunció para jugar la interna del Pj en la cuidad de San Luis, perdió y volvió como "Pancho por su casa" a los pasillos del Poder Judicial para recuperar su cargo. Algo así como un bien propio que Rodríguez Saá le presta a personas capaces de hacer cualquier cosa para agradar al dictador.

Antes de que Mones Ruiz pasara de estar de rodillas a arrastrarse a los pies del Gobernador, la justicia había recibido otro cachetazo con la designación de 30 fiscales que pasarán a depender de un funcionario ultraoficialista y que serán contratados sin pasar por los filtros que permiten la idoneidad de los miembros encargados de impartir justicia.

Ahora, cuando en el Superior Tribunal abundan jueces que son del riñón político del Gobernador, su Vice acompaña el papelón histórico de formar parte de una estrategia echa a medida de los "junior", los hijos del poder, que arman su propio juego para suprimir los poderes del Estado y violentar la estructura democrática. "No será Justicia"

 

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