Los operativos comenzaron al amanecer, es decir durante la madrugada argentina, con la utilización de un vehículo submarino controlado a distancia, que debe luchar contra las corrientes para retirar el cuerpo y subirlo a la superficie.
Sala viajaba en la aeronave junto al piloto David Ibbotson, por lo que el cuerpo sería de alguno de ellos. El avión fue encontrado el domingo, gracias al buque Morven, contratado de manera privada, que se había sumado a los trabajos ese mismo día.
Las primeras imágenes del fuselaje hundido las compartió la Air Accidents Investigation Branch (AAIB), el organismo estatal británico que regula la investigación estatal. Sin embargo, el hallazgo del último domingo por la mañana llegó gracias a la tecnología que portaba el buque privado que contrató la familia del futbolista de 28 años. David Mearns, el líder de la búsqueda particular, dio precisiones al respecto.
El cuerpo no ha sido identificado. No lo he visto. El otro barco tiene cámaras que permiten ver el naufragio, pero incluso la AAIB todavía no ha podido saber qué cuerpo era", declaró en una entrevista con el diario francés L’Equipe.